EFE
EL VATICANO-MADRID .- El papa Benedicto XVI pidió este domingo, día en que la Iglesia celebra la festividad de la Sagrada Familia, rezar por que todos los niños sean acogidos como un don de Dios, con el amor del padre y de la madre, "para poder crecer como Jesús, en sabiduría, edad y gracia ante Dios y los hombres".

El pontífice hizo este llamamiento ante los miles de fieles que acudieron a la plaza de San Pedro del Vaticano al tradicional rezo del Angelus dominical.

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Exhortó a los padres para que "se preocupen seriamente" de la educación y del crecimiento de sus hijos, "para que maduren como hombres responsables y honestos ciudadanos, sin olvidar nunca que la fe es un don precioso", que se debe promover en ellos también con el propio ejemplo.

Benedicto XVI llamó a rezar en esta jornada por todas las familias del mundo y expresó su deseo de que "la fidelidad y la dedicación de María y José sean un ejemplo para todos los esposos cristianos".

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Asimismo, destacó que estos "no son los amigos o los dueños de la vida de sus hijos, sino los custodios de este don incomparable de Dios".

"La preocupación de María y José por Jesús -explicó el papa- es la misma que la de cada progenitor que educa un hijo, lo introduce a la vida y a la comprensión de la realidad".

Fiesta de la Familia en Madrid
Miles de católicos desafiaron al frío y asistieron este viernes en la céntrica Plaza de Colón de Madrid, a la festividad de la Sagrada Familia, que concluyó con una misa presidida por el cardenal Antonio María Rouco Varela, quien destacó el papel de la familia como apoyo ante la crisis económica.

La celebración eucarística comenzó tras el mensaje del papa Benedicto XVI desde Roma que pudieron seguir mediante grandes pantallas instaladas en la plaza madrileña los asistentes.

Entre ellos había familias con hijos pequeños, abuelos y jóvenes llegados desde distintos países de Europa y de toda España para dar testimonio de su fe católica y de la necesidad de la familia, sobre todo en estos momentos de crisis.

Jóvenes de Italia, Francia, Polonia, Portugal o Croacia asistieron a la Fiesta de la Familia portando banderas de sus países.

En su homilía, el cardenal Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Madrid, apeló a la familia tradicional como soporte fundamental para afrontar la actual crisis y a la fuerza de la fe cristiana para terminar con la "estremecedora tragedia del aborto".

"Sólo la familia concebida y vivida en la plenitud de su verdad, como la enseña el lenguaje inequívoco e indestructible de la naturaleza humana, despeja el horizonte de la esperanza para el hombre y la sociedad de nuestro tiempo", dijo.