Si comió demasiado en la cena de ayer, es probable que hoy haya amanecido con acidez estomacal, gases o dolor de barriga. Presentar uno o todos estos síntomas es una señal de que puede estar atravesando por un periodo de empacho, provocado por el exceso de alimento.
El nutricionista Mario Castro sitúa esas tres manifestaciones del cuerpo entre las más recurrentes cuando sufre esta condición, que puede aparecer también si se bebe agua sin hervir o si se consume comida en mal estado o verduras lavadas de forma incorrecta.
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El empacho, según la máster en nutrición María Gaona, también se manifiesta con fuertes dolores de cabeza, sensación de ahogamiento, falta de apetito, diarrea o estreñimiento, vómito y dolor del cuerpo.
Si presenta estos síntomas, antes de optar por una pastilla de alivio estomacal, Castro aconseja la medicina casera. “Infusiones de manzanilla, hierbabuena, canela o limón son excelentes para aliviar los malestares de este trastorno”, afirma el especialista.
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Es importante dejar claro que no se considera una enfermedad porque no se deriva de algún desorden genético u orgánico, sino de un descuido en la alimentación que ocasiona desmanes en las funciones del sistema digestivo, que son pasajeros y no tienen mayores consecuencias si se los trata de inmediato, explica el gastroenterólogo Carlos Ordóñez.
Si el empacho no es tratado, la persona corre el riesgo de que la comida, que no cumplió su proceso digestivo normal, se adhiera al intestino y los síntomas empeoren, pero estos casos son escasos, agrega.
¿Por qué es más frecuente en estas fechas? Castro asegura que el exceso del consumo de harinas en este mes es una de las principales causas de que aparezca este trastorno, es por esto que recomienda que se modere la ingesta desmesurada de este tipo de alimentos. “Si ya comió arroz en la cena, deje el pan de Pascua para el día siguiente”, aconseja.
Comer alimentos grasos, frituras o carnes en grandes cantidades también puede derivar en empacho, así como tomar café, fumar y beber alcohol, apunta Gaona. Pero hay factores que nada tienen que ver con la alimentación, que sitúan otras causas, como el estrés y dormir a deshoras.
Para evitarlo, ella sugiere: “Coma de todo, pero en pequeñas cantidades. Puede hacer espacio de cuatro horas entre las comidas, tratando de ser equitativo en las porciones”, es decir, si ya comió pesado ayer, procure que hoy sea más ligero, recomienda.
El sitio de internet especializado en salud Botica Casera aconseja acostarse dos horas después de haber comido o cenado, y en la cama, elevar la altura de la cabeza unos 10 o 15 centímetros con ayuda de una almohada. Añade que una caminata ligera después de comer y usar ropa holgada contribuyen a evitar este trastorno.
En México, es costumbre curar el empacho con un masaje circular en el estómago y en la espalda con una pomada, según una investigación realizada por la Escuela de Enfermería de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Para el 31
La próxima semana es fin de año y nuevamente tendrá un encuentro con la comida en exceso. El nutricionista Mario Castro sugiere no exceder el consumo de carbohidratos durante la semana.
El día de la celebración para recibir el Año Nuevo, Castro aconseja no mezclar bebidas azucaradas con la cena, pues estas equivalen a carbohidratos y producen sensación de empacho si se excede su consumo.
“Coma de todo, pero en pequeñas cantidades. Puede hacer espacio de cuatro horas entre las comidas”.
María Gaona