JORGE MARTILLO MONSERRATE
jotamartillo@yahoo.es.- Esta historia comienza así. Un tipo marca una canción y la rockola canta. Suena una voz afinada como cuchilla, acompañada por cuerdas de guitarras que azotan, que cortan: “Déjame vivir mi vida, yo no soy malo con nadie/ Si soy un borracho, si soy un perdido/ Si soy mujeriego, si soy un bandido/ Lo hago en mi mundo, yo soy vagabundo”.