EFE
MADRID, España.- La nueva propuesta para lograr en plena urbe el "mens sana in corpore
sano" se llama Gyrotonic. Un método de entrenamiento físico que
incorpora principios de la danza, el tai chi, el yoga kundalini y la
natación, con el que "se toma conciencia del movimiento" y del propio
cuerpo para lograr la armonía interior.

"Gyrotonic se basa en un movimiento muy libre y sin restricciones" con
el que se trabaja muy "conscientemente, por eso hay una relación muy
estrecha entre mente y cuerpo", explica a EFEstilo Silvia Guijarro,
directora del estudio Gyrotonic Madrid, un espacio en el que se respira
relax, además de aroma a incienso y té roiboos recién hecho.

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Este centro, un piso antiguo junto al Palacio Real de Madrid decorado
con mimo y con reminiscencias de una escuela de ballet, es el primero de
la decena abierto en la capital con la certificación de esta técnica
creada en los años ochenta por el bailarín húngaro Juliu Horvath en
Estados Unidos.

La luz intensa de una mañana soleada de otoño inunda las estancias del
estudio, salpicadas de espejos e instrumentos como columpios de yoga y
voluminosas pelotas del método pilates, todos ellos herramientas de
trabajo.

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Pero las protagonistas son las máquinas de madera empleadas para
practicar esta disciplina, que se componen de una plataforma giratoria,
"donde se desarrollan todos los movimientos circulares que parten de la
columna", y de una torre con poleas, que "permiten moverse a nivel
articular en tres dimensiones. Es una máquina concebida como una
prolongación del cuerpo", describe Silvia Guijarro.

Con el acompañamiento de un violonchelo de fondo, dos alumnas siguen en
una clase las indicaciones de Guijarro sentadas sobre estas máquinas,
con movimientos gráciles y acompasados donde se aprecia esa coreografía
elegante entre el cuerpo y el aparato estrella de este método.

"Lo más significativo de Gyrotonic es que nos movemos en las tres
dimensiones", en comparación con pilates, que "se mueve en dos y con
movimientos más lineales", advierte.

"Se trabajan líneas de energía más que de fuerza muscular y bruta", y
ante todo "mejora la calidad de vida", asegura Guijarro, ya que emplea
movimientos fluidos que parten de la columna vertebral y que relajan, a
la vez que equilibran el sistema nervioso, fortalecen articulaciones,
aportan flexibilidad y coordinación neuromuscular y mejoran la
respiración y la circulación sanguínea.

Gyrotonic "permite expresarse con esta herramienta que es el cuerpo y
que conocemos muy poco -continúa-, además tenemos hábitos de movimiento y
postura incorrectos que aquí ayudamos a corregir", para poder hacer
cualquier actividad de nuestro día a día "sin limitaciones por dolores o
tensiones", dice.

La esencia del método, que se trabaja previamente sin equipamiento y
conocida como Gyrokinesis, se basa en cuatro movimientos: el arco, la
curva, la espiral y la ola, que Guijarro muestra junto a una alumna,
sentadas sobre una banqueta.

Asegura que octogenarios, adolescentes que han desarrollado escoliosis
temprana y adultos cansados del gimnasio o con un ritmo de vida
sedentario acuden a sus clases, su remedio a dolencias musculares,
hernias lumbares o tendinitis.

"Los posibles traumas o emociones que vivimos pasan a través del campo
de los sentidos", y el cuerpo actúa como un filtro que a veces retiene
las tensiones, por ejemplo, en forma de contracturas, explica.

Por eso "con estos movimientos se movilizan también todas esas
sensaciones y a veces uno puede echarse a llorar", confiesa, pero con
lágrimas "sanas". Y terminas "con esa sensación de haberte limpiado, que
te hace sentir muy bien", concluye.