“El duende flamenco es como una caja de sorpresas, sale cuando uno menos se lo espera, es un conjunto de emoción y concentración, es cuando el vello sube pa’ arriba, tanto del bailaor como del público”, así describe Rubén Olmo, director del Ballet Flamenco de Andalucía, al sentimiento que se apodera del zapateo sobre el tablao.

Olmo, junto a otros 17 bailaores, cantaores y tocaores, forma parte de esta agrupación que se ha convertido en la máxima representante del arte jondo desde su creación en 1994. Ellos llegaron a Guayaquil el lunes por primera vez, para ofrecer dos presentaciones, una estaba prevista para ayer, la otra será hoy en el Teatro Sánchez Aguilar.

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Metáfora es la obra que presenta este conjunto y que consiste en un homenaje coreográfico a grandes maestros del flamenco, como Pilar López, Antonio el Bailarín, Antonio Gades, entre otros. Trajes de lunares, faldas con volados, mantones y castañuelas adornarán a los danzantes acompañados del cajón, la guitarra y el cante.

Olmo explica que la primera parte del espectáculo es un paso por todos los registros del baile flamenco actual de Andalucía y es musicalizada en vivo por David Carmona; la segunda pieza está más enfocada a la danza española flamenca, con música grabada, original de orquesta sinfónica.

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“No es lo mismo hablar de la escuela bolera, el folclor andaluz o las sevillanas, pero se trata de las mismas raíces, de donde nace todo este abanico”, dice Olmo. “En este programa pasamos del flamenco tradicional a la vanguardia, tenemos un respiro de la escuela bolera y pasamos por folclor de Málaga y de Granada, pero siempre con un látigo flamenco”, agrega.

Textos del filósofo Friedrich Nietzsche, que hablan de la danza como metáfora del pensamiento, fueron los que inspiraron a este director y coreógrafo de 32 años.

Olmo dirige el Ballet Flamenco de Andalucía hace apenas un año, pero antes perteneció al Ballet Nacional y a otras compañías como Yerbabuena, con las cuales realizó giras por Latinoamérica.

Fue compañero de Joaquín Cortés, el bailaor más reconocido en la actualidad y que –como dice Olmo– ha llevado el flamenco a las pasarelas, a Hollywood y a otros ámbitos globales. “Joaquín es un bailaor elegante y disciplinado, abrió el campo del flamenco y no se le puede reprochar eso, pero muchas veces ha tenido roces en España, nos gustaría que no se rebelara tanto”, confiesa.

Se estima que el flamenco, como se lo conoce hoy, nació en el siglo XVIII, como producto del mestizaje cultural en el sur de España entre musulmanes, castellanos, judíos y gitanos. Para Olmo, es inevitable reconocer la danza de un gitano. Él considera que es distinta, ya que ellos la llevan en las venas, sin embargo, cree que cualquiera puede bailar flamenco. “Lo puede aprender todo el mundo, conozco japoneses, gente de Brasil que lo baila perfectamente y lo siente igual”, dice.

Metáfora se estrenó en febrero en el Festival de Jerez y recientemente se presentó Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, obra de Federico García Lorca, la cual esperan poder traer próximamente al Ecuador.

Presentación
La segunda función de Metáfora será hoy en el Teatro Sánchez Aguilar (km 1,5 vía a Samborondón).

La cita es a las 20:30.

Valor de las entradas: $ 20, $ 30, $ 40.