Stephanie Gómez
.- Obtener la corona de un reinado de belleza era una de las metas de la brasileña Camila Serakides. Tanto la anhelaba, que para no dejar de lado su sueño, se tatuó ese objeto en la muñeca izquierda. Y al parecer, la cábala surgió efecto el pasado sábado cuando el jurado la eligió Miss Continente Americano 2012, en la gala celebrada en el Palacio de Cristal.
Serakides, de 23 años, supo ganarse el título esa noche al responder la pregunta de los jueces en español, idioma que comenzó a aprender hace 19 días, cuando arribó por primera vez a este país. Su decisión fue ovacionada por el público.
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“Cuando llegué, un chico se me acercó para hacerme una entrevista pero pese a no hablar entonces nada de español, igual intenté hacerlo y nos entendimos”, cuenta la también modelo profesional.
Convertirse en Miss Continente Americano, sostiene, es un logro importante no solo para ella sino también para su país, porque es la primera vez que una brasileña gana este certamen. “No tengo palabras para expresar lo que estoy sintiendo ahora, aún no creo que soy la reina”, expresa.
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Pero los reinados de belleza no son el único interés de esta tecnóloga en análisis y desenvolvimiento de sistemas. Además de diseñar bisutería, hace cinco meses abrió la tienda on-line Lojinha da Cah, en la que vende accesorios (joyas y bolsos), un trabajo que asegura le encanta porque puede conocer personas de todo el mundo a través de las redes sociales.
Justamente fue en torno a ello la pregunta del jurado, sobre la importancia de las redes en la vida. Para la mayor de la familia Serakides (tiene un hermano de 18 años llamado Leandro), la tecnología es vital pero no fundamental porque desconecta emocionalmente a las personas y las vuelve frías al estar solo en un mundo virtual. “Cuando yo era pequeña jugaba en el parque con otros niños, saltaba, corría, era otra cosa. Ahora los niños solo están sentados frente a un computador”, afirma.
Próxima a viajar a las islas Galápagos, que fue uno de los premios que alcanzó al ganar el concurso, confiesa que una de las ciudades que aspira a conocer muy pronto es Quito. “Quiero estar en la famosa Mitad del Mundo”, añade.
Con la esperanza de participar en el próximo desfile de Carnaval de Río de Janeiro, integrando una escuela de samba, no descarta retornar al país en futuras ocasiones para hacer labor social.