Gabriela Alcívar
.- El telón permanecía cerrado y el escenario se encontraba iluminado por una tenue luz, pero el show había comenzado. Un niño de unos 12 años, vestido con un traje rojo y negro y una máscara blanca, apareció por delante de la cortina. Representaba a Elegua, dios del destino y mensajero príncipe. Mientras danzaba y realizaba piruetas al ritmo de la música, soltaba gritos y anunciaba: “¡Yo soy Elegua, el mensajero!”.