Más que un perro, es un ser ficticio que conjuga en sí una parte animal y otra humana. El can de la serie Padre de familia es muy diferente a los de su especie: camina regularmente en dos patas, escribe –aunque no tiene mucho éxito– y hasta bebe alcohol. Es oriundo de Texas, EE.UU., y aunque mantiene su instinto canino, razona aun mejor que los miembros humanos de los Griffin, incluyendo a Peter, quien lo encontró y lo hizo parte de la familia.