Entre adoquines e infraestructuras de madera y unas escasas de hormigón se levanta uno de los lugares más emblemáticos de Guayaquil, el cual cumplió esta semana tres décadas de haber sido declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC).

Es el barrio Las Peñas, cuya única calle lleva el nombre del ilustre escritor Numa Pompilio Llona, quien habitó el inmueble 182-184, que desde hace tres años es la sede regional 5 del INPC, asegura el historiador José Antonio Gómez Iturralde.

Jorge Alvarado, técnico del INPC, dice que el largo del barrio comprende cerca de 300 metros, pero no se puede establecer una medida de ancho, porque el sector tiene forma sinuosa, lo que vuelve algunos terrenos más extensos de fondo que otros.

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La historia del barrio se remonta al siglo XVI, cuando según Gómez Iturralde “llegaron los españoles, asentaron allí la ciudad y le denominaron Las Peñas porque el terreno estaba lleno de peñascos (piedras grandes)”.

Inicialmente el sector era de pescadores, quienes allí tuvieron pequeñas viviendas y luego del Gran Incendio de 1896, en el que toda la ciudad quedó devastada, el barrio surgió nuevamente.

Es a finales del siglo XIX que este lugar adoptó el nombre de barrio, porque fue el primer sector residencial en Guayaquil, afirma Gómez Iturralde, quien vivió allí por 21 años.

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Este lugar se convirtió en aristocrático porque los dueños de las casas que empezaron a construir a inicios del siglo XX eran acaudalados.

Lilian Ricaurte, técnica del INPC, manifiesta que con el boom cacaotero en la década de los veinte, hubo un desarrollo económico en la ciudad lo cual benefició también a las familias que vivían en el barrio Las Peñas, de las cuales muchas viajaron hasta Europa e importaron diseños de ese continente y adaptaron “ese estilo con la arquitectura naval nuestra” en sus edificaciones.

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Ella afirma que por su ornamentación, entre otras razones, se le denominó a este sector como patrimonial.

De acuerdo a la muestra temporal Tras las chazas del barrio Las Peñas, que mantuvo abierta hasta ayer el INPC en su sede, entre los personajes que vivieron en este lugar, por largo o corto tiempo y en distintos tiempos, estuvieron los ex presidentes Eloy Alfaro Delgado, Alfredo Baquerizo Moreno, José Luis Tamayo y Carlos Alberto Arroyo del Río; así como el compositor del Himno Nacional Antonio Neumane, los artistas Manuel Rendón Seminario y Alba Calderón de Gil, el escritor Enrique Gil Gilbert, el líder político argentino Ernesto Che Guevara y la educadora Rita Lecumberri.

Desde hace 46 años el lugar se torna aún más de colores cada julio cuando llega la Exposición de Pinturas y Esculturas que organiza la Asociación Cultural Las Peñas, de la cual es coordinadora vitalicia la escultora Yela Loffredo, propietaria de una de las viviendas del sector.

La Asociación tiene su sede en una construcción del lugar y lleva por nombre Casa del Artista Plástico. Algunos creadores de la plástica residen en Las Peñas, como Juan Pablo Toral, Édgar Calderón y Christian Moreano.

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El barrio fue declarado Monumento Nacional según ordenanza del Municipio de Guayaquil en 1973. Y junto a la designación del INPC, ambas entidades, más las fundaciones Malecón 2000 y Siglo XXI realizaron entre el 2002 y el 2008 un proceso de regeneración y restauración de las casas.

Se firmó un convenio que está en vigencia hasta ahora y en el cual la alcaldía se compromete en la seguridad y cuidado urbano del barrio.

La restauración consistió en la reinstalación de las piedras de la calle Numa Pompilio Llona y el arreglo de las fachadas de los inmuebles. Se efectuó un inventario de los solares que integran el barrio, que ascienden a 36. Algunos son terrenos vacíos, otros son usados como galerías, viviendas o talleres y otros tienen múltiple función. La mayoría conserva la infraestructura de madera, mientras que unas pocas son de hormigón, como la de Loffredo y José Nebot (hermano del alcalde Jaime Nebot).

Ricaurte explica que en la sede del INPC “quedaron obras pendientes” ya que “de hecho faltan algunas cositas, detalles” que se continuarán con un nuevo proceso de intervención “que se dará a partir de la siguiente semana”.

Entre ellas, cuenta Alvarado, constan la implementación de un centro documental; “así como las adecuaciones de la reserva y laboratorios de la entidad”, agrega Ricaurte.

Alvarado señala que se está apoyando al sector con un plan de incentivos para bienes patrimoniales privados y la viabilización de créditos para arreglos de casa.