AFP
LA HABANA.- Tras una maratón de batidoras, cantineros y ron, Cuba dedicó el pasado sábado al desaparecido Ernest Hemingway "el daiquirí más grande del mundo", una gran copa de 275 litros, en el 113º aniversario de su natalicio.
Unos 30 cantineros y ayudantes se turnaron durante 33 minutos detrás de 12 batidoras, y a fuerza de oficio y destreza, comenzaron la elaboración de la refrescante bebida, que Hemingway degustaba "doble y sin azúcar" en el restaurante Floridita, de La Habana, sede de la demostración que pretende un récord Guinnes.
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Desde hace dos décadas, con el auge del turismo internacional, los cubanos se empeñan en incluir el nombre de su país en ese libro de récords internacionales, con intentos en disímiles materias.
La competencia forma parte de los festejos del 195º aniversario de Floridita, que frecuentaba el escritor durante los 20 años en que vivió en Cuba, presencia recordada por una estatua de bronce a tamaño natural que, recostado a la barra, revive un Hemingway de vestuario tropical, ante un libro abierto.
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Detrás de la estatua, en la pared, una foto de Hemingway con el líder cubano Fidel Castro, tomada en 1959 en La Habana. El escritor estadounidense llevaba su daiquirí en un termo cuando salía a pescar en su yate El Pilar, según biógrafos.
Subidos en sillas a ambos lados de la enorme copa de capitel triangular, dos empleados vertieron el pasado sábado las jarras de batidoras entregadas por afanados cantineros ante un público que colmó la instalación y curiosos que siguieron las incidencias por una pantalla colocada en la calle.
Cuando la gran copa se rebosó, todos cantaron "feliz cumpleaños" a Hemingway, y comenzó el brindis con las 1.466 copas elaboradas, en las cuales se emplearon 88 botellas de ron.