Afiches con el rostro de Guillermo Lasso Mendoza. Pantallas gigantes que reproducían videos de sus recorridos, canciones de Nino Bravo, Diego Torres y Fito Páez sonando en alto volumen, botellas de agua etiquetadas con la leyenda “Otro Ecuador es posible” y decenas de asistentes que llegaron en buses de cooperativas intercantonales luciendo camisetas con la misma frase y portando pequeñas banderas de colores.

No era –formalmente– un mitin de campaña de aquellos que el Consejo Nacional Electoral (CNE) advirtió días atrás que podría imputar del gasto electoral de los candidatos a todas las dignidades.

Se trataba –así lo dijeron los colaboradores de Lasso con una sonrisa de complicidad– de la presentación del segundo libro del expresidente del Banco de Guayaquil y que lleva el mismo título que las etiquetas de las botellas de agua.

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Las ideas plasmadas en ese texto, sin embargo, tienen ‘pinta’ de plan de Gobierno o, por lo menos, de una “plataforma programática” (es decir, una exposición de principios), opinó el exministro de Gobierno y editorialista Francisco Huerta.

Con lo que queda claro, agregó el analista, que la intención del evento del miércoles pasado no era presentar un libro, sino una candidatura presidencial.

En cambio, César Monge, director del movimiento CREO, indicó que Lasso planteó sus reflexiones sobre el país al que aspira la ciudadanía.

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De hecho, a lo largo de los 45 minutos que duró su discurso, Lasso explicó a los presentes por qué el Ecuador actual no es el que todos queremos y de qué forma podría alcanzarse el “otro Ecuador posible”.

Sin mencionar al mandatario Rafael Correa, indicó que este Gobierno no ha logrado revertir los índices de pobreza ni generar oportunidades laborales.

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“La riqueza la crean los emprendedores, no el Estado; la riqueza la crea la sociedad civil, no los gobiernos”, refirió.

Y cuestionó que el régimen quiera tener el control político sobre todas las instituciones e, incluso, sobre la cotidianidad de la ciudadanía, como lo que esta debe leer y ver en los medios. “Eso no es democracia”.

Para él, la gente no quiere limosnas sino que la dejen trabajar sin ser ‘asfixiada’ por el exceso de impuestos y trámites. Quiere democracia, que no es “un simple mecanismo para elegir un gobierno”, sino un sistema político que debe garantizar el respeto a los derechos fundamentales de las personas, como el acceso a una justicia no politizada, a ejercer su libertad de pensamiento y opinión y a vivir sin miedos”.

Tras su discurso, los asistentes esperaban que anunciara formalmente su candidatura a la Presidencia de la República.

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Pero no lo hizo, aunque él señaló insistentemente que ha decidido dedicar su vida a una importante meta: luchar contra la pobreza.

“Muchas veces me han preguntado si mi intención es servir desde el Gobierno, desde la Presidencia de la República. Yo les digo en esta noche que quiero servir al Ecuador desde la primera línea, desde el mayor compromiso. Y lo voy a hacer, con todas mis fuerzas posibles. Por eso, si ustedes me preguntan: ‘¿Será Guillermo Lasso candidato a la Presidencia del Ecuador?’. La respuesta la tienen ustedes”, exclamó.

Y agitando los banderines, sus simpatizantes gritaron: “¡Lasso, presidente; Lasso, presidente; Lasso, presidente!”.

Y así, sin definiciones electorales concretas, los seguidores del exbanquero –buena parte de ellos militantes socialcristianos y del movimiento CREO– retornaron a sus casas en los buses de transporte intercantonal estacionados en la parte posterior del Centro de Convenciones. Pero se fueron con ejemplares del libro de 201 páginas, con pasta dura, publicado por editorial Planeta.