AFP-EFE
CARACAS.- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, admitió ayer que el problema de la violencia en el país, con la tasa de homicidios más alta de América del Sur, es "grave" e "inobjetable", al lanzar un nuevo plan de gobierno para combatir la delincuencia y criminalidad.

"Nosotros desde el gobierno, desde el Estado, desde la sociedad, debemos reconocer que este (la violencia) es un problema grave, inobjetable", dijo Chávez durante el lanzamiento del plan "A toda vida Venezuela", en un acto en el Palacio de Miraflores transmitido por todas las radios y televisoras.

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Según datos oficiales, en el 2010 se registraron 14.000 homicidios en Venezuela, es decir 48 por cada 100.000 habitantes, una tasa récord en América del Sur. En enero, el gobierno reconoció que no logró reducir esa cifra en el 2011.

Chávez aseguró que se siente sano y que trabaja hasta tarde, y reafirmó sus sentimientos cristianos al pedir, una vez más, a Cristo que le dé más vida para recuperarse del cáncer.

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"Yo esta mañana me vi la cara y me dije: oye, te ves sano Hugo Chávez. Yo me siento sano", indicó Chávez durante un acto público desde el Palacio de Miraflores transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión.