A las 14:00 de ayer se confirmó la aparición de otro cuerpo en el barco atunero Tuna 1, que el pasado 3 de abril naufragó frente a las islas Galápagos y fue remolcado hasta un muelle particular en este puerto.
En la embarcación viajaban 19 personas, 3 murieron en el mar y otras 3 estaban reportadas como desaparecidas. El resto fue rescatado por la nave Fernandito.
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El pasado viernes apareció un primer cuerpo que fue sepultado como Simón Enrique Delgado Rodas, de 50 años, en el espacio 863 de la sección Dolorosa B del cementerio Parques del Recuerdo.
Iván Delgado, uno de los tres hijos del pescador, dijo que los restos serían de su padre, según características como la contextura y por otros rasgos. “Nunca perdimos la fe, gracias a Dios fue un milagro que haya aparecido”, agregó.
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Pero por las dudas que existen en algunos de sus familiares y en los allegados de los otros dos pescadores desaparecidos, Felipe Castillo e Iván Chinga Mero, se realizarán pruebas de ADN a la osamenta.
Se informó que el cadáver encontrado ayer estaba en el cuarto hidráulico y al parecer, por los restos de ropa que aún tenía, correspondería a Castillo.
En el caso de Chinga, el grupo de sobrevivientes comentó que él se arrojó al mar, por lo que se descartaría que estuviera entre los restos del barco que permanece en Puerto Atún, propiedad de la familia Paladines.