BUENOS AIRES.- A un día de conmemorarse 30 años del inicio del conflicto entre Argentina y el Reino Unido por las Malvinas (Falklands para los británicos), los isleños quieren dejar la disputa en el pasado y enfocarse en el futuro, mientras que Argentina no se resigna a perder el territorio que fue ocupado por los británicos en 1833.En medio de la crisis política, económica y social del régimen militar, sorpresivamente el 2 de abril de 1982, fuerzas argentinas desembarcaron en las islas para recuperarlas, dando inicio a una guerra que duró 74 días y dejó unos 900 muertos en ambos bandos.Con la rendición argentina, la derrota selló la suerte del régimen militar, que terminó en diciembre de 1983 con la asunción del presidente constitucional Raúl Alfonsín, y sepultó las posibilidades de recuperar el archipiélago en el mediano plazo.Treinta años más tarde, América Latina, más unida que en esa época, ha cerrado filas con Argentina en su reclamo de soberanía y resucita, con Brasil a la cabeza, una iniciativa para controlar el Atlántico sur.Los gobiernos de los países latinoamericanos han expresado su apoyo unánime a Argentina y rechazan la presencia militar británica en la región, y pretenden corroborarlo en la Cumbre de las Américas, los próximos 14 y 15 de abril, en Cartagena, dice la canciller colombiana, María Ángela Holguín.La creciente tensión entre Buenos Aires y Londres en las últimas semanas se ha manifestado en la activa campaña argentina para recabar apoyo de Latinoamérica a su reclamo y su queja ante las Naciones Unidas acusando a Reino Unido de militarizar el Atlántico sur con el envío de un buque de guerra. A su vez pidió a 20 compañías nacionales y extranjeras que dejen de importar productos del Reino Unido.Muchos de los 3.000 habitantes de Malvinas dicen que estas disposiciones sobre el transporte están interrumpiendo las importaciones de comida y convirtiendo los productos frescos en artículos de lujo.Pero si para los isleños Argentina representa el pasado, la promesa petrolera genera expectativas. \"Si todo sale bien el primer barril de petróleo de Malvinas será producido en el segundo trimestre del 2016\", dice Lewis Clifton, director ejecutivo de Byron Marine. Clifton, cuya compañía maneja la logística del puerto en Puerto Argentino, o Port Stanley (para los británicos), dice que hay cinco empresas de exploración petrolera en las islas. Una de esas compañías, Rockhopper, confirmó el hallazgo de una reserva estimada en más de 1.000 millones de barriles en aguas circundantes.Cifras astronómicas para una sociedad de pocos habitantes, que hasta hace poco sobrevivía gracias a la producción lanera en las frías islas de 12.000 km², que ahora está a las puertas de convertirse en un Catar del Atlántico sur.El pasado 24 de marzo el gobierno argentino dijo que avanza en \"acciones judiciales y administrativas\" contra la \"ilegítima\" actividad petrolera de las cinco compañías. El aviso alude a las aguas del Atlántico que bañan las costas de las Malvinas, situadas a 400 millas náuticas al este de Argentina.El gobierno argentino indicó el pasado jueves que advirtió a las bolsas de Nueva York y Londres de que las compañías se exponen a castigos por su actividad petrolera \"ilegítima\" en las Malvinas.También ha pedido que el Reino Unido confirme \"la ausencia de armas nucleares\" en la zona de las islas. Durante la Cumbre de Seguridad Nuclear realizada el jueves y viernes pasado en Seúl, el canciller argentino, Héctor Timerman, señaló que el gobierno británico ya violó los acuerdos que, en Seúl, dijo haber respetado siempre.A 30 años del conflicto, no solo se hacen presentes demandas, sino también ha salido a la luz que Argentina se lanzó en 1982 al conflicto sin preparación, según indica el Informe Rattembach, recientemente desclasificado por el gobierno de Cristina Fernández.\"Ha quedado demostrada la falta de preparación y organización del país para una guerra\", señala el informe de casi 300 folios, que lleva el nombre del fallecido teniente general Benjamín Rattenbach, quien fuera el encargado de la investigación realizada a fines de 1982 a pedido de la Junta Militar.Con una media de edad de 20 años, los soldados que combatieron no tenían formación militar, muchos eran analfabetos y otros apenas tenían la instrucción mínima, no contaban con equipamiento adecuado para el frío y no es posible determinar cuántos murieron por desnutrición o debido al maltrato.Pablo de Benedetti que tenía 19 años cuando lo llevaron a combatir a Malvinas y que ahora lucha por sentar en el banquillo a los mandos militares que le torturaron, relata que los soldados tenían que buscar comida extra porque los mandos guardaban el agua y los alimentos, se quedaban con los cigarrillos y con las encomiendas que los familiares enviaban.\"Estuve estaqueado ocho horas al lado de dos tanques de combustible mientras llovían las bombas británicas, y mi temor era morir carbonizado\", relata Darío Gleriano, el primer soldado argentino en denunciar vejámenes de sus jefes en la guerra de Malvinas.Su caso integra una denuncia colectiva con más de 100 hechos que acaba de presentar el Premio Nobel de la Paz (1980), Adolfo Pérez Esquivel, en la Corte Suprema, para que los vejámenes cometidos se declaren delitos de lesa humanidad.Los castigos físicos y psicológicos y las penurias vividos en el conflicto llevó a muchos combatientes a quitarse la vida. \"La mayor cantidad de suicidios se dieron en los primeros años tras la guerra. Argentina no era un país con historia en guerras convencionales y no había preparación para atender estos traumas\", dice Mario Volpe, presidente del Centro de Excombatientes.A la falta de preparación y las torturas se ha sumado la permanencia intacta de los campos minados que sembró Argentina. El coronel argentino retirado Manuel Dorrego, quien tiene 81 años y durante más de 25 se negó a hablar sobre Malvinas, ha roto su silencio en vísperas del aniversario de la guerra para revelar detalles sobre los campos minados en 1982, que aún se mantienen prácticamente intactos.En conjunto, estima que se sembraron entre 15.000 y 20.000 minas antipersonales y antitanques en las islas.En las Malvinas además de las minas hay 238 tumbas de soldados argentinos en el cementerio de Darwin. De estas 123 no tienen nombre (NN) y hoy sus compañeros de armas reclaman su identificación.Los excombatientes esperan justicia y han preparado actos para recordar lo bueno y lo malo de un combate que no debió darse y que no tiene fin.","isAccessibleForFree":true}
MALVINAS, Reino Unido. 1982: Soldados argentinos prisioneros custodiados por un soldado británico, cerca de Goose Green. Foto: redaccion
AGENCIAS-REDACCIÓN BUENOS AIRES.- A un día de conmemorarse 30 años del inicio del conflicto entre Argentina y el Reino Unido por las Malvinas (Falklands para los británicos), los isleños quieren dejar la disputa en el pasado y enfocarse en el futuro, mientras que Argentina no se resigna a perder el territorio que fue ocupado por los británicos en 1833.