EFE
TOKIO.- La Feria Internacional del Anime, el mayor escaparate mundial del sector, arrancó el pasado jueves en Tokio con la participación de más de 200 empresas y la idea de revitalizar el evento, que en el 2011 se vio obligado a hacer un paréntesis por el terremoto que azotó a Japón.
En esta XI edición, la gran cita de la animación ha ampliado la presencia extranjera para tratar de recuperar el esplendor que tenía en años anteriores.
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El colorido que caracteriza al mundo de la animación llegó a la inauguración del evento en forma de actores disfrazados de temibles demonios, heroicos espadachines, simpáticos pandas o extravagantes colegialas que se pasearon entre los puestos de las 216 empresas niponas y extranjeras reunidas en el recinto ferial Big Sight.
En la fiesta del anime tampoco faltaron clásicos como Shinchan, que presentó su vigésima película, Lupin III, cuya serie celebra su 40 aniversario, o el estudio del recordado padre del manga moderno, Osamu Tezuka, que este año estrena la película La leyenda de Budori Gusuko, basada en una popular fábula de Kenji Miyazawa.
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La sección copada por Studio Ghibli fue una de las más visitadas gracias a la venta de mercadotecnia relacionada con las cintas del maestro del anime Hayao Miyazaki o a la muestra de material del filme Kokuriko zaka kara, dirigido por Goro Miyazaki, hijo del primero.
Este año la jornada muestra su apoyo a los niños que padecieron la tragedia del terremoto y tsunami del año pasado, a los que dedica conciertos y actuaciones tanto en la sede tokiota de la feria como en ciudades de las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, las tres más afectadas por la catástrofe.
La Feria Internacional del Anime abre hoy sus puertas al público para mostrar las novedades del sector. En ediciones anteriores, la cita ha atraído a más de 100.000 visitantes.