Recopilar las hojas que arrancan de sus cuadernos y reducir el chorro de agua de la llave cuando se lavan las manos son las medidas que adoptaron Sebastián (9 años) y su hermano Santiago (5) para aportar en su casa con la conservación del planeta.

Ellos aplican las recomendaciones que aprendieron en la escuela sobre la importancia de proteger el medio ambiente por medio de la triple erre: reciclar, reducir y reutilizar.

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“Los niños aprenden principalmente a través del ejemplo. Desde muy pequeños, aunque no puedan manipular cosas, ya están viendo que papá o mamá separan la basura, que juntan los periódicos y luego los donan”, señala la educadora Marta Ycaza.

En Ecuador se generan más de diez toneladas de basura al día, y de 0,70 a 1 kilogramo por persona, de acuerdo con estudios. Solo en Guayaquil se recogen en promedio tres mil toneladas de basura diarias, según la concesionaria Puerto Limpio.

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Los padres deben enseñar a sus hijos con el ejemplo al apagar las luces, no malgastar el agua, recolectar las botellas de plástico y los periódicos. Expertos sugieren que tampoco se deben guardar cosas, en especial juguetes, para que sirvan de repuestos, ya que su acumulación resulta perjudicial.

Es recomendable que la familia se reúna y elabore un plan de reciclaje casero, incluso se puede emplear una cartelera con material reutilizado para estimular con ideas.

Primero se deben definir espacios para recolectar la basura por su tipo, en un tacho o funda de color específico, como plásticos, papeles y cartones, vidrios, metales, desechos orgánicos y productos varios.

Por ejemplo, los cartones y periódicos, con un tratamiento especial, se convierten otra vez en hojas, cuadernos, papel periódico e incluso higiénico, con lo que se reduce la tala de árboles en el planeta.

Con sus hijos elabore juguetes con cartones y plásticos. Deje que ellos den rienda suelta a su imaginación.

“Pueden fabricar juguetes junto con ellos. Por ejemplo, un tambor hecho con alguna lata grande; unas maracas, llenando una de cola con lentejas o piedritas. Si van a celebrar su cumpleaños, que utilicen los tubos de papel higiénico para hacer las sorpresas y llenarlos de caramelos... Existen muchísimas ideas. Hay que poner a trabajar la imaginación y sino el internet ayuda bastante”, sostiene la educadora Marta Ycaza.

Ahorre electricidad, apague las luces innecesarias, use focos ahorradores, planche en la mañana y limite el consumo de la ducha eléctrica y microondas.

Con los envases plásticos logrará que el proceso de fabricación de una botella se reduzca, ya que no se empleará más energía en nuevos productos.

Trate de no desperdiciar agua cuando se bañe, cepille los dientes o lave las manos. Llene botellas de plástico con piedritas o arena e introdúzcalas en el reservorio del tanque del inodoro. Acumule la ropa sucia para poner la carga completa de la lavadora.

Con los productos orgánicos como cáscaras de frutas, vegetales, arroz y otros prepare compost o también llamado abono orgánico. Para esto, en un tacho ponga estos desperdicios y cúbralos con un poco de tierra de sembrado, agregue agua y tápelo. Periódicamente, repita este último paso hasta que se desintegren los desechos y obtener una masa compacta, la cual dará nutrientes necesarios a sus plantas o jardín.

Cuando acuda al comisariato, es mejor llevar las compras en un bolso de tela para así reducir el empleo de fundas plásticas o si prefiere lleve en estas, pero que sean biodegradables. No compre productos que se dañarán por falta de uso y prefiera los de envases reciclables.

Para ayudar al mundo, difunda sus ideas con familiares y amigos para así dar una mano al planeta.

Sabía que...
Para fabricar una tonelada de papel se emplean 15 árboles y gran cantidad de agua y electricidad.

El vidrio está hecho de arena, carbonato de cal, carbonato de sodio, pero su elaboración requiere de mucha energía.

El aluminio se saca de la bauxita, material que para extraerlo se emplea electricidad.

Las pilas son altamente tóxicas. Una de mercurio puede contaminar 600 mil litros de agua; una alcalina, unos 167 mil litros.

Los plásticos son difíciles de reciclar y no suelen ser biodegradables, solo las fundas que se desintegran con la luz resultan poco contaminantes.