BBC Mundo
.- El pingüino emperador descubierto en las playas de Nueva Zelanda, a miles de kilómetros de su hogar en la Antártica, ha sido devuelto a casa tras recuperarse del periplo.
El pingüino emperador, bautizado Happy Feet o Pies Alegres por sus cuidadores en el zoológico de Wellington, debió ser operado luego de que ingirió cerca de 3 kilos de arena. Al parecer, la confundió con nieve.
Publicidad
Su convalecencia fue seguida por miles de admiradores de todas las edades.
Happy Feet (Pies alegres o Patas felices) viajó en el buque de investigaciones Tangaroa y fue dejado en libertad, el domingo en la mañana, a 80 kilómetros al norte de la remota isla de Campbell.