Eduardo Garzón
Guayaquil.- Cambiar la identificación de dos puentes importantes que llevan muy merecidamente nombres de prestigiosos y representativos ciudadanos ya fallecidos que hicieron buena historia, es un show más para distraer la atención del pueblo a gravísimos problemas del país, como son la delincuencia, el desempleo, o el cerrarnos la boca al pueblo. También es una forma de provocar a la linda ciudad de Guayaquil y su gente.
¡Los nombres de los puentes Carlos Pérez Perasso y Rafael Mendoza Avilés deben seguir intactos; y que no se atrevan a cambiarlos!
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Eduardo Garzón,
Guayaquil