Tres, dos, uno. El conteo regresivo en las cinco pantallas del escenario anunció el pasado miércoles la llegada de Calle 13 al festival Vive, siente, ama. Somos cultura, organizado por el Ministerio de Cultura. A su arribo a la tarima, su vocalista, René Pérez (Residente), saludó a los asistentes con un obsequio: El baile de los pobres.

“El Residente está en la casa”, Pérez saludó al público vestido con calentador y una camiseta negra. Atrás de él, sus músicos marcaron las primeras notas de No hay nadie como tú, que corearon los espectadores.

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El espectáculo de Calle 13 empezó a las 21:15, con un estadio Modelo Alberto Spencer que estuvo lleno en las localidades de cancha y vip, pero con notables espacios vacíos en las áreas de tribuna y general.

Sin la camiseta con la que ingresó y con el pecho al descubierto, Residente invitó a Guayaquil a participar de su rebeldía. “Vamos a portarnos mal”, exclamó, a lo que cientos de jóvenes lo siguieron saltando y cantando ese tema.

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Además del acompañamiento musical de su banda, Pérez contó con Eduardo Cabra (Visitante) e Ileana Cabra (PG-13), esta última en la segunda voz. Con la misma vibra de Residente, Ileana actuó y dio el toque femenino al espectáculo de esta banda boricua.

El cantante hizo un paréntesis para dirigirse al público antes de interpretar el tema Ven y critícame, de su tercer disco, con el que explicó que no es necesario ver programas de farándula, que eso no aporta nada a la sociedad. “Cuando ustedes vean esa basura, apaguen el televisor”, dijo. Casi a las 22:00, cuando cantaba Un beso de desayuno, Residente invitó a dos chicas al escenario para que bailen con él. A una de ellas la acercó hacia el trompetista de la banda, Jerry Medina, quien le regaló ‘un poema’ al entonar un solo de ese instrumento.

Luego de esto, Residente se dirigió al público nuevamente, esta vez para pedirles que presten atención al siguiente tema que cantaría. “Están matando un montón de gente en todo el mundo y la única forma de detener esto es la educación”. Con esta frase dio inicio a La bala, una canción de su último disco que abarca la presencia de la inseguridad.

Durante este tema, el cantante enfatizó que lo único que cambiaría la situación de la violencia desmedida en el mundo es la educación. Y dijo que no es la clase baja la culpable de esto, sino de los gobiernos, “que no fomentan la educación como se debería fomentar”. Luego de esto, dedicó a los migrantes del mundo la canción Pa’ el Norte.

Cuando dio la introducción del tema Latinoamérica pidió respeto a una de las espectadoras que intentó bajarle el pantalón. “Estoy hablando de algo importante y tú me estás bajando los cabrones pantalones”, le reclamó.

Aunque el público se mantuvo activo durante el show, el momento más alegre se vivió en la última etapa, cuando entonó La cumbia de los aburridos, La Perla, El tango del pecado y Atrévete. Así, Residente se despidió de Guayaquil con una Fiesta de locos, tema con el que puso a bailar otra vez a los asistentes.

Algunos asistentes reprocharon la actuación del cantante guayaquileño Luis Rueda, quien abrió el show que organizó el Ministerio de Cultura, pues este hizo gala de su irreverencia y en uno de sus temas un grupo de niños cantó en el escenario con palabras obscenas. Al despedirse, Rueda insultó al público en medio de pifias de rechazo.

Datos
Robo. Un camión de la empresa Pixel Sound, encargada del sonido del show, fue asaltado en la vía a Daule luego del concierto. Trasladaba los equipos a Manta, donde estaba prevista anoche la presentación de Calle 13. Una vocera de la empresa dijo que se sustrajeron 10 amplificadores, 12 luces robóticas, 3 bajos, entre otras herramientas. La colaboradora señaló, además, que otra compañía estaría encargada del espectáculo de la agrupación boricua en esa ciudad manabita.