La escritora ecuatoriana residente en Francia Rocío Durán-Barba visita Quito, donde el pasado jueves presentó su poemario Ecos de la eterna primavera, obra que fue escogida por la editorial Caracteres de París para ser publicada en honor al Bicentenario de la Independencia de los países latinoamericanos. Declamó fragmentos de su obra, que, dijo, es un homenaje al Ecuador y los pueblos que lo conforman. El libro, explicó, “habla sobre la fundación de Quito pero partiendo de una leyenda de los indígenas cochasquis”. La escritora, que ha publicado más de 20 libros –poesía, al ensayo, a la novela– y reside en Francia desde hace casi tres décadas, también señaló que su intención es cuestionar quiénes somos y recobrar las raíces históricas de nuestro país, que a pesar de ser una nación muy joven tiene una historia rica,

¿A qué se refiere cuando habla de la eterna primavera?
Cada vez que se despierta la primavera en Europa me pongo a pensar en el Ecuador mucho más de lo habitual y me doy cuenta de que llevo a todas las ciudades del país en el corazón, en mis sueños y escritura. Para mí es muy importante hablar de Guayaquil, de Quito y todas las ciudades. La llegada de la primavera europea me traslada a la eterna primavera que vivimos, sobre todo en la sierra, con el verdor, las flores y los paisajes.

Publicidad

Usted es muy optimista respecto al Ecuador.
Vivo leyendo y analizando las cosas que pasan en el país y creo que se han generado discursos demasiado pesimistas sobre nosotros mismos. Nuestros analistas, por varias razones, ven a este país como una tragedia. Yo viajo mucho por el mundo y puedo decir que todos los seres humanos y todos los pueblos, sin excepción, tienen cosas buenas y malas. Muchos dicen que el Ecuador es un rompecabezas que se va a caer a pedazos, pero yo no creo que sea así; además, la lógica señala que hay que recomponer esos pedazos.

¿Y la cultura puede aportar en esa misión?
La cultura es lo básico; actualmente todos quienes vivimos en el Ecuador estamos en un proceso de inquietud identitaria, de encontrar las raíces históricas. Pero quienes pueden formular algunas respuestas son aquellos que están en el quehacer cultural en lo más amplio de la palabra: pintores, escritores, artes escénicas, incluso quienes hacen cultura popular, todos los que tocan a la vida cotidiana.

Publicidad

Además de escribir, usted pinta, ¿cómo concilia las dos actividades?
Las dos cosas me gustaron desde que tengo uso de razón, pero la pintura es un arte demasiado posesivo y obsesivo: cuando se pinta es necesario permanecer en el mismo lugar y con el mismo paisaje. Por eso me dediqué a la escritura, porque es mucho más fácil para mí llevar un cuaderno al lugar que esté. La escritura es el mejor modo de expresar y aportar con ideas al momento que está viviendo la humanidad.

¿La poesía y la pintura no se pueden conjugar?
Por supuesto, tal es así que todos mis libros tienen mis pinturas. Yo mismo ilustro mis publicaciones. Me toma un tiempo crear la parte escrita, pero también me tomo el tiempo para ilustrar lo que escribo. Creo que nadie podría sentir el libro e ilustrarlo como yo lo siento.

¿Cuáles son sus próximos proyectos literarios?
En realidad, yo vine al país a llevarme algunos ejemplares de mi nuevo libro, que se denomina Panorámica actual de la cultura ecuatoriana, que será presentado el próximo mes en Europa. Estoy muy orgullosa porque la edición es hermosa y es 100% ecuatoriana.

Dirige una fundación. ¿Qué objetivos tiene con esta institución?
La idea de la fundación es dar a conocer en el exterior los valores culturales, en todas las áreas, que tiene el Ecuador. La fundación se llama Rocío Durán-Barba, pero no le hemos puesto así por vanidad, sino que la gente que está alrededor del proyecto creyó conveniente usar mi nombre porque en Europa conocen mi trabajo y pueden relacionarlo con lo que estamos haciendo.

Perfil
Rocío Durán-Barba es doctora en Jurisprudencia de la Universidad Católica del Ecuador. Tiene un posgrado en Ciencias Internacionales y Diplomacia en la Universidad de Viena.

Ejerció el periodismo y realizó más de 700 artículos editoriales para El Comercio. Entrevistó al ex presidente francés François Mitterrand.