Patricia Villarruel
MADRID.- "Me llaman psicólogo: es mentira, solo soy realista en un sentido elevado, es decir, represento toda la profundidad del alma humana". Palabras de Fiódor Mijailovich Dostoievski (Moscú, 1921). Así se definía el genio. Así lo recoge uno de los textos que pueblan las 1.600 páginas de Diario de un escritor (Páginas de Espuma). El libro aglutina los artículos que el autor redactó en 1873 y de 1876-1881 para la publicación mensual del mismo nombre. Apuntes, crónicas, críticas. Dostoievski, el periodista. Todo su pensamiento. Sobre su natal Rusia: "El carácter del pueblo ruso es tan distinto al de los pueblos europeos actuales que los europeos no lo han comprendido o lo entienden al revés". Sobre la libertad de expresión: "Nuestros folletinistas firman todos con seudónimos. ¿Es posible que sus nombres contengan algo tan valioso, que es necesario esconderlos tan cuidadosamente de la vergüenza?". Sobre su obra El Doble (una de las menos conocidas): "Esta novela no me salió bien, pero su idea era bastante clara".

De coordinar la traducción de este volumen que llegará a las librerías ecuatorianas durante el primer trimestre de este año se encargó Paúl Viejo. En esta entrevista con EL UNIVERSO, el editor eslavista nos acerca a la obra que refleja de mejor forma el lado más personal del padre de Los hermanos Karamazov.

Publicidad

¿Cómo nace su relación con Dostoievski?
Estudié filología eslava y mi interés por la literatura rusa viene de lejos. Ya había trabajado con ediciones de escritores rusos como la correspondencia entre Chéjov y su esposa, Olga Knipper. La fortuna es que Dostoievski es un autor muy estudiado. Ya existía material suficiente para no empezar de cero. Lo que importaba era asegurar que no se incluía algún texto que no fuera redactado por completo por él. El libro está acompañado de 500 notas a pie de página para aclarar algún concepto y se completa con un glosario de nombres propios y otro de términos frecuentes.

¿Por qué se empeña en repetir que estamos ante un texto que nunca existió?
Dostoievski estaba escribiendo Los hermanos Karamazov, una novela que tenía claro que se publicaría. No le interesaba que los textos de Diario de un escritor se convirtieran en un libro y dejarlo para la posteridad. Lo que le importaba era esa publicación periódica con la que se comunicaba con sus contemporáneos, quería esa inmediatez, quería escribir aportando ideas y mover la reflexión para el presente, no para mañana. Tras su muerte, fue su viuda quien empezó a recuperar artículos que habían aparecido en el diario. Siempre hemos visto estos textos mezclados entre sus novelas y resultaba interesante que el lector los vea de manera unitaria. No se trata de relanzar a alguien que ha quedado en el olvido sino de completar lo que podía faltar de un escritor que era importante para cualquier lector.

Publicidad

¿Qué elementos en común se pueden encontrar entre el Dostoievski novelista y el que se dedica al periodismo?
Yo diría que la desmesura. Es abrumadora la cantidad de información que vuelca en sus textos. No en vano hay críticos que han llegado a decir que a Crimen y castigo le sobran páginas. Dostoievski no era un estilista, le importaba más el fondo que la forma.

De hecho, se puede pensar que su prosa es descuidada en determinados momentos...
Es por la celeridad y rapidez con la que se concibieron algunos textos. Hay momentos en los que Dostoievski reconoce haber tenido que cambiarlos a última hora para ocuparse de un tema. Son textos escritos a pie de imprenta, con un punto entre el descuido y la prisa. También se hizo una selección muy amplia de sus cuadernos de apuntes, con los temas que iba tratando en el diario. Esas sí son páginas muy descuidadas, sin tratar, no tenía intención de publicarlas, por supuesto, pero se encuentran ráfagas brillantes y radicales.

¿Qué Dostoievski va a descubrir el lector a través de esta obra?
Existe la imagen preestablecida de que Dostoievski era un ser atormentado, sombrío y conflictivo, pero como cualquier persona, tiene otras facetas según la época. El lector se va a encontrar con todos los Dostoievski posibles porque en estas páginas aborda cualquier tema: política, literatura, cultura, vida personal... Aparecerá el Dostoievski burlón y satírico de los primeros años, pero también el machacado de los últimos.

¿Burlón y satírico?
Sí, y uno no se lo espera. Además, lo hace con una maestría absoluta. Dostoievski habría sido un gracioso toda la vida. Esto se puede apreciar en la crónica que hace de San Petersburgo, pasa por la ópera, las exposiciones... y no deja títere con cabeza. Los lectores se sorprenderán por esta imagen poco habitual. Se sabía que Dostoievski opinaba. No era un eremita que se había retirado a las montañas sino que participaba en la vida.

Dostoievski no fue un crítico literario, pero pudo haberlo sido perfectamente...
Sus textos sobre Pushkin o Tolstói son piezas claves de la historia de la literatura. Es posible estudiar a este último a través del análisis que hace de Ana Karenina, de la que dijo era "una obra perfecta", y de su discurso. Es sorprendente cómo explica de primera mano la manera como funcionaban los escritores en ese momento, cuál era su relación con otros autores y editores, los problemas para publicar. Él era un intelectual en todos los aspectos. Capaz de opinar y emitir su juicio sobre cualquier tema, pero con fundamento. Le preocupaba la cultura, la religión o la literatura, a partes iguales. Es importante que alguien que desarrolla una obra literaria genial esté atado a su tiempo.

¿Diario de un escritor es una fotografía de Rusia?
Es un manual de historia que no quiso serlo, pero escrito por alguien que lo estaba viviendo. Dostoievski empieza a escribir un artículo sobre política y termina hablando de su familia, pero hacía periodismo. La gente lo leía para estar enterado de los conflictos políticos y sociales. Si acudimos a estas páginas podemos ver cómo era la sociedad cultural de la Rusia del XIX.

¿Cómo era esa sociedad?
Particular, peculiar y que tenía que conservarse. Dostoievski era un eslavófilo radical. Frente a la integración con Europa, él opinaba que el pueblo ruso saldría ganando si conservaba sus raíces.

La relación de Rusia con Europa es un tema recurrente en estas páginas...
Ese conflicto ruso aparecía en artículos tan diversos como aquellos en los que hablaba de política, literatura o música. Él decía que el pueblo ruso tiene un espíritu particular que debía conservar.

Pero no se casó con ninguna ideología...
Jamás enarboló bandera ideológica alguna. Le interesaba formar parte o intervenir en todas las decisiones importantes.