EFE
Nagoya, Japón.-
Brasil y Colombia aplaudieron los acuerdos alcanzados en la cumbre de la ONU sobre biodiversidad, que concluyó ayer en la ciudad japonesa de Nagoya con nuevas metas para proteger los ecosistemas hasta el 2020.
"Tenemos buenos e importantes resultados, tenemos nuevas formas de conservación y un protocolo", dijo a Efe la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira, durante la décima Conferencia de las Partes de la Convención sobre Biodiversidad (COP10), que concluyó la madrugada del sábado tras dos semanas de intensos trabajos.
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En Nagoya se acordó un plan estratégico de 20 puntos para proteger la biodiversidad, que incluye la protección de la superficie de áreas terrestres y aguas dulces para 2020 y de un 10 por ciento de las áreas marinas y costeras para ese año.
Asimismo se adoptó un protocolo sobre el uso y distribución equitativa de los recursos genéticos y un compromiso para acordar metas de financiación en 2012, año en que se celebra en India la próxima COP10.
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Si bien el protocolo no llenó las expectativas de Venezuela, Cuba y Bolivia, la alta comisionada para la Biodiversidad de Colombia, Sandra Bessudo, consideró que "el protocolo es fuerte y contiene todas las necesidades que Colombia quería, tras ocho años de negociaciones".
Bessudo explicó a Efe que, además, el protocolo fue positivo porque incluye el término "recurso genético" en lugar de "material genético", al destacar que esta definición incluye a sus derivados y la primera, no.
Los países latinoamericanos cuestionaban cómo se hace uso de recursos genéticos y su conocimiento, porque de ellos pueden derivarse muchos subproductos con sus propias patentes.
Para la ministra Texeira, la discrepancia de Venezuela, Cuba y Bolivia no es un problema.
Venezuela, Cuba y Bolivia, subrayaron que el protocolo no es lo suficientemente fuerte como para defender el derecho de los pueblos indígenas contra la biopiratería.
"Ellos (Venezuela, Cuba y Bolivia) hicieron una declaración, pero no están contra las posiciones. Necesitamos respetar a todos", afirmó Texeira.
Respecto a las metas de conservación de los océanos contemplados en el plan estratégico, el representante de Greenpeace, Samuel Leiva, consideró que el objetivo "es muy poco ambicioso".
El ambientalista chileno señaló a Efe que los países se habían comprometido a proteger un 10 por ciento de los océanos para 2012 y con el nuevo plan, lo único que se hace es "extender ocho años más los mismos compromisos".
Sin embargo destacó la aprobación del protocolo de Nagoya e instó a los "países latinoamericanos a asumir su papel de protección de la naturaleza e incluir las metas de la COP10 en sus propias legislaciones".