El pedido del gobierno de Ecuador de que Perú ratifique los acuerdos marítimos para no intervenir en su diferendo que mantiene con Chile en la Corte de Justicia de La Haya podría variar el curso de este caso.

Pese a que Ecuador siempre mantuvo prudencia con el argumento de no afectar las relaciones entre los dos países, la declaración de Rafael Correa del lunes pasado fue la primera en que al menos advirtió esa posibilidad.

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Correa dijo inicialmente que por el momento no cree necesaria la participación de Ecuador en este caso porque a su criterio Perú, a través de una carta del presidente Alan García, ratificó que no tiene problemas limítrofes, aunque espera un reconocimiento jurídico formal de parte de Lima a la Carta Náutica que Ecuador le entregó a mediados de septiembre.

Ese documento establece los límites marítimos de frontera entre ambos países de acuerdo con los tratados de la declaración de Santiago (1952) y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima (1954).

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En ese sentido, Correa advirtió que “si no se ratifican esos límites, si se impugna de parte del Perú esa carta náutica, pensaríamos seriamente que Ecuador forme parte del proceso de La Haya”.

El vicecanciller Kintto Lucas insistió ayer en que estas declaraciones no tienen ningún efecto en las excelentes relaciones que tiene el país con Perú.

Para el analista internacional Mauricio Gándara, la posición de Correa no contempla la posibilidad de que Lima no emita ningún pronunciamiento, tal como lo ha hecho hasta ahora. Así hay el riesgo de que termine el plazo para que Ecuador pueda presentar su posición en esa Corte. “Si es que el presidente (Correa) quiere basar esa posición, lo que debe decir es que si hasta tal fecha Perú no se ha pronunciado favorablemente sobre la Carta Náutica, yo concurriré a La Haya”.

Advierte que Ecuador cometería un error si se basa solo en la carta de carácter político de García y que lo más conveniente es ir a la Corte.

La tesis peruana es desconocer los tratados de 1952 y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954 como acuerdos pesqueros, por lo que será indispensable una nueva delimitación marítima. Mientras que Quito y Santiago, en declaraciones conjuntas incluidas las del lunes, ratificaron la vigencia de los dos tratados.

Este tema podría ser tratado en el próximo gabinete binacional con Perú el 26 de octubre, en Loja. Lucas no descartó esa posibilidad.