Solamente por invitación, por cierto, muy vistosa con el logo de la famosísima revista Billboard, la biblia de los rankings musicales, se dio un concierto de pop-rock en el nuevo polo dominante de la música en vivo, la sala experimental del Teatro Centro de Arte.
Pepe Tapia, productor, líder y baterista incansable de Factory Band, impuso orden y solidez rítmica a un grupo realmente excepcional. Sin ostentación escénica, pero en gran medida responsable por esa orquestación tan estable y melódica, hay que destacar a Joselo Bohórquez en teclados.
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Patricio Arcos, lead Singer, armónica y hasta guitarra acústica en un momento dado, llevó el peso de un protagonismo que supo llevar adelante con destreza en el canto y mucho ingenio para comunicarse con el público, con quien estableció un instantáneo “rapport”.
Juan Molina en el bajo eléctrico se mantuvo constante y enchufado y el guitarrista César Carreño esperó su momento para afirmar una indudable virtuosidad con el instrumento.
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Los invitados al concierto Lo mejor de la Billboard 70-80, que arrancó con problemas en uno de los micrófonos de voz, estuvieron sensacionales. Dust in the Wind, de Kansas, puso de manifiesto una línea melódica trazada por Fabio Bajaña en un violín realmente impecable que hizo de este un cover perfecto. Nos quedamos con las ganas de escucharlo. Un músico fuera de lo común.
Mariano Cruz, cantando con timbre y vocalización de gran expresividad, tocando guitarra electro-acústica y Andrea Castillo, una solista de voz y figura encantadora, colaboraron haciendo coros de lujo para Patricio Arcos destacando My Life de Billy Joel y Telephone Line de Electric Light Orchestra.
Patricio Arcos cantó I Can’t Tell you Why como si fuera el cantante original de Eagles, realmente sensacional. En cambio Lonely People necesitaba el timbre más alternativo de Mariano Cruz.
Apoyado en una orquestación de calidad muy uniforme, esta maravillosa selección del mejor pop-rock 70-80 fue un despliegue vocal gracias al canto de Patricio Arcos, Andrea Castillo y Mariano Cruz que estuvieron a la altura de una música de increíble belleza, incluyendo rarezas de John Lennon.
Y así llegaron a Watching the Wheels que Mariano Cruz interpretó con las particularidades de Lennon. Andreíta Castillo me dejó maravillado con su potencia y seguridad en la poderosa canción de posesividad celosa que Carly Simon compuso y cantó a su esposo-galán-trovador James Taylor llamada You Belong to Me, y además con el saxo de Roberto Bosch, invitado de lujo en una de las grandes actuaciones tremendistas de la noche y así The Heat is On de Glen Fey le dio un impulso rockero, saxo incluido y decisivo, con todos en el escenario que dinamizó aún más una noche excepcional.
Sounds of Silence de Simon & Garfunkel, más adecuado al timbre de Mariano Cruz dejó en claro, que en ciertas ocasiones, como esta, la pronunciación correcta es crucial para el resultado de la canción. Patricio Arcos cantó If You Leave Me Now de Chicago a la altura del original y Mariano estuvo de maravilla con la guitarra.
Doblando como maestro de ceremonia por excelencia, Patricio Arcos le comunicó al público que la letra de la canción insignia de Billy Joel Honesty se hallaba pegada bajo las mesas para que puedan cantar. Pocas veces he visto un ardid extra-concierto que funcione.
Fue todo un acierto y a la gente le encantó. Ángel Duarte endureció la música como invitado. Haciendo The Sultans of Swing de Dire Straits y The Thrill is Gone de B.B. King, la una como rock endiablado y la segunda como un blues eléctrico corta-venas.
Todo, una demostración de guitarra eléctrica con velocidad e intensidad a full. Con el preciosismo de Everybody Wants to Rule the World y la voz tan femenina de Andrea Castillo en Hot Stuff y I Will Survive finalizó una de las mejores producciones del año.