Agencias
San Diego, EE.UU..- Abrió sus puertas y el jueves y ayer, en su segunda jornada, la feria del cómic más importante de Estados Unidos, el Comic-Con, dedicó su espacio a la saga Star Wars, un universo en el que tomaron parte  varios artistas latinos, quienes también han contribuido a muchas historias de superhéroes.

Estuvieron  los mutantes de Marvel, X-Men, junto con el vicepresidente ejecutivo de la compañía, Álex Alonso, y se hizo un repaso de las obras de Star Wars editadas por DK en las que han participado autores como Gus López y Pablo Hidalgo.

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Los personajes de esas aventuras estelares fueron objeto de análisis en la mesa redonda dedicada a coleccionistas de Star Wars y los más fanáticos pusieron a prueba sus conocimientos sobre los jedis en un concurso de preguntas y respuestas organizado por la Sociedad Star Wars de San Diego.

Tras su apertura, miles de aficionados de las novelas gráficas y los mundos fantásticos han abarrotado el centro de convenciones de San Diego, al sur de California, donde se desarrolla el Comic-Con.

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Desde primera hora, el recinto ferial se convirtió en un desfile de superhéroes, personajes de película y dibujos animados en una singular pasarela improvisada por los entregados fans que, como cada año, se mueven como pez en el agua con sus disfraces por los pasillos.

"Estoy en mi elemento", dijo a Jen Peters, ataviada con el traje de la cinta Ghostbusters (1984) y objeto de innumerables fotos de los asistentes.
"Vengo desde el 2000 y me gusta vestirme de mis personajes favoritos. Hoy es de Ghostbuster, mañana es de Green Lantern y el fin de semana de Doctor Who", indicó esta joven devota de Comic-Con que empieza a planificar su indumentaria para el evento "seis meses antes".

El colorido de la feria es, sin duda, uno de sus atractivos, aunque la queja común entre los visitantes es el exceso de gente. "Hay muchas personas... y a veces huele después de un rato", señaló Peters. "Cada año se pone horrible con tanta gente, ya no se disfruta como antes", confesó el mexicano Luis Morua, residente en Tijuana y que no falta a Comic-Con desde hace una década.

Rex Adams, camuflado bajo un disfraz de Capitán América, le restó gravedad a la sobrepoblación de la feria porque "es bueno para el sector".
Desde hace varios años, Cómic-Con adolece de falta de espacio víctima de su propio éxito. En febrero ya se habían agotado las entradas al evento que concluirá mañana y  se prevé acoja a unas 125.000 personas.

A falta de una renovación de contrato, la organización termina su vinculación con San Diego en 2012 y a Comic-Con no le faltan pretendientes, entre ellos Los Ángeles y Anaheim, localidad californiana próxima a Disneyland.

"Tenemos todo lo que quieren en San Diego, las playas, el océano, el zoo, el parque Legoland, ¡que se quede aquí!", gritaba un exaltado entrado en años disfrazado de Superman a la entrada del centro de convenciones por donde han pasado desde el jueves algunas estrellas de Hollywood.

Entre otros, los actores de comedia Will Ferrell, Tina Fey y Jonah Hill, que presentaron a los fans la próxima película animada de DreamWorks, Megamind. También, Angelina Jolie, Johnny Depp, Olivia Wilde,  Jeff Bridges,  Sylvester Stallone y sus compañeros de The Expendables, y el director mexicano Guillermo del Toro.