Después de Guayas y Pichincha, Manabí –con 1,3 millones de habitantes, según las proyecciones del INEC para el 2010– es la tercera provincia con mayor población; sin embargo, en la distribución de implementos médicos dentro del Plan de Control y Mejoramiento de los Servicios de Salud, del Ministerio del ramo, es la menos favorecida en cuanto a equipamientos hospitalarios.
En ese plan, que el régimen implementó como parte de la emergencia de salud, según el cuadro distributivo manejado por esa Secretaría, Manabí recibió 10 equipos médicos: 3 ambulancias, 5 mamógrafos y 2 tomógrafos repartidos en Portoviejo, Manta, Chone, Bahía de Caráquez y Jipijapa.
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La dotación dista de provincias como Pichincha, con 2,7 millones de habitantes, donde solo en Quito se entregaron 273 implementos médicos, entre los que se destacan 4 tomógrafos, 2 mamógrafos, un equipo de resonancia magnética y un litotriptor, además de 5 ambulancias, 29 unidades de electrocirugía, 31 mesas de operaciones, entre otros, repartidos en los hospitales Eugenio Espejo, Enrique Garcés, Pablo Arturo Suárez, Isidro Ayora y Baca Ortiz.
En Guayas, con 3,7 millones de habitantes, Guayaquil recibió 120 equipos médicos para los hospitales Abel Gilbert Pontón, Francisco de Ycaza Bustamante; y las maternidades Mariana de Jesús y Matilde Hidalgo de Procel (ahora cerrada por restauración). Entre los equipos están dos tomógrafos, tres mamógrafos, uno de resonancia magnética y un litotriptor.
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Pero la inequidad del equipamiento médico a Manabí dista no solo respecto a provincia de mayor número de habitantes, incluso respecto a otras con menos población como Azuay, que con 714 mil habitantes, a la capital Cuenca, con su hospital Vicente Corral Moscoso, recibió 40 equipos médicos, entre ellos un tomógrafo y un mamógrafo. Mientras en el hospital Delfina Torres de Concha, en la capital esmeraldeña, con 460 mil habitantes, el paquete médico fue de 13 equipos, incluidos tomógrafo y mamógrafo, que también los recibió el hospital de Quevedo, en Los Ríos, 167 mil habitantes, cantón al que se entregaron en total ocho equipos médicos.
De esa inequidad se quejan las autoridades de Salud de Manabí, quienes concuerdan en que el Ministerio de Salud debió beneficiarlos con más equipos durante la distribución que se ha efectuado hasta el momento, sobre todo porque es la tercera provincia más poblada del país con un alto índice de pobreza.
Solo en el caso del hospital Verdi Cevallos, en Portoviejo, y considerado el más grande de Manabí, hay equipos que se usan desde hace una década, cuando deberían renovarse como máximo cada cinco años.
“Muchos de los equipos ya pasaron su tiempo de vida útil y ello debe considerarse en la distribución porque tienen que ser permanentemente cambiados”, manifiesta Luis González, director de este nosocomio.
El funcionario dice que él no estaba en el cargo cuando se concretó la entrega del 2009 y añade que se debió tomar en cuenta el alto índice de ocupación de los hospitales manabitas en la distribución de equipos.
“Debemos renovar equipos en áreas como terapia intensiva, esperamos que en el 2011 se concrete una partida para renovación de equipos que se usan en el Verdi Cevallos”, acota.
El ex director de Salud, Guido Terán, afirma que la asignación concretada en el 2009 se basó en lo que cada hospital programa como necesidades un año anterior. “Lo que recibimos el 2009 fue lo que cada hospital programó recibir el 2008”, dice.
Terán considera además que las políticas de salud deben unificarse en el sector público, pues los municipios ya no cuentan con esa competencia.
La situación es más caótica en otros cantones manabitas, como Chone, donde aún no se da el servicio de mamografía, pese a que el equipo llegó en el 2009.
Según los especialistas, la falta de recursos para adquirir una procesadora automática de imágenes impide que se inicie con el servicio en el hospital Napoleón Dávila de este cantón.
Kerty Alcívar Hidalgo, directora de esa casa de salud, afirma que se requieren unos $ 7 mil para comprar el equipo que hace falta, dinero con que no se cuenta, indica la funcionaria.
Según el cuadro distributivo de equipamiento médico del Ministerio de Salud, Santa Elena también es otra de las provincias donde incluso el equipamiento es nulo. Una situación que contrasta con otras provincias como Chimborazo, Loja, Azuay o Morona Santiago, en donde las autoridades hospitalarias dicen estar satisfechas con el material que han recibido.
Entre los equipos médicos distribuidos se incluyen camillas de transporte, ventiladores de transporte, coches de resucitación, entre otros.