Desde su niñez, Eduardo Risso sintió una atracción especial por los cómics. A los 15 años se dio cuenta de que tenía el talento para dibujar a los personajes de historietas. Es autodidacta. Apenas asistió a un curso de dibujo en Rosario (Argentina) antes de cumplir 18. De ahí perfeccionó sus habilidades siguiendo la línea de otros artistas, como el uruguayo Alberto Breccia. Ahora, con 36 años en esta profesión, cuenta con varios trabajos. Entre los que lo han catapultado a la fama del dibujo artístico están las series Broken City, cuyo protagonista es Batman, y 100 Bullets. Es uno de los dibujantes de la empresa DC Comics, pero ha colaborado con otras grandes, como Marvel. Este argentino, oriundo de Córdoba, participó en la Convención Nacional de Cómics, Guayaquil 2010, que finaliza hoy y que fue organizada por el Cómic Club de esta ciudad.

¿Cómo nació en usted el gusto por el dibujo y cuándo decidió tomarlo como una profesión?
Cuando cursaba el tercer año de la secundaria y cuando mis amigos no sabían qué iban a ser, yo tenía decidido que iba a dibujar. No conocía que esto se manejaba con una industria, en un mundo editorial, pero yo ya quería ser dibujante. Seguí insistiendo en esto y a los 18 años viajé a Buenos Aires, donde estaban las editoriales, y me enfrenté con la dura realidad de un editor, quien me hizo ver que me faltaba mucho, y aprendí.

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¿Se puede vivir del dibujo?
Sí. Yo siempre lo he procurado, he pasado por las mejores y por las peores épocas, pero sí he podido vivir haciendo dibujo.

¿Con qué emociones se encontró cuando le propusieron dibujar a Batman, en Broken City?
No tuve tiempo de experimentar ninguna emoción, porque el mensaje me llegó un día y creo que al tercero ya estaba recibiendo el guión (de Brian Azzarello).

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¿Y cómo recibió la propuesta de dibujar a Wolverine para una miniserie de Marvel?
No muy bien, porque fueron solo tres capítulos. Fue un trabajo complicado, pues hubo un tironeo de parte de Marvel para querer llevarme como exclusivo a esa editorial y que no vuelva a firmar para DC Comics. No acepté y me quedé en mi casa.

¿Qué siente cuando dibuja?
La verdad, me siento como un chico. Siento que es lo que siempre quise hacer, y me siento más que afortunado. No me cansa dibujar. Puedo estar horas sobre el tablero trabajando y no pasa nada.

¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado este trabajo?
Tener el reconocimiento de la crítica, que siempre estuvo de mi lado; y haberme ganado el respeto no solo de los lectores, sino de los propios colegas. Esas cuestiones me hacen sentir que no trabajé en vano.

¿Cómo evalúa la labor de hacer cómic en Ecuador?
Veo un mercado pequeño. El cómic forma parte de la cultura de un país, en todo el mundo se hace cómic, lo que no hay son industrias y falta el reconocimiento por parte de los gobiernos a ese arte. Este tipo de eventos siempre sirve para difundir parte de esa cultura. Quienes gobiernan solo piensan que esto es lectura para niños y no es así.

Apuntes
La sexta edición de la Convención Nacional de Cómics, Guayaquil 2010, está abierta hasta hoy en la Plaza Colón, de 10:00 a 21:00.

Al final de la jornada habrá un concierto. Entrada libre.