“Lo místico, lo psicodélico y la magia del cactus mezclada con la fuerza de la gamarra (cuerda de un poco más de un metro de longitud), las ganas y el poder que tiene nuestra música, fue lo que finalmente conformó nuestro nombre”, afirma Juan Carlos Encalada, baterista de la banda guayaquileña Cactus Gamarra.