Agencias
REDACCIÓN.- Defensores de los animales lanzaron una campaña para liberar a Paul, el pulpo 'adivino' del acuario de Oberhausen (oeste de Alemania), que hasta ahora predijo con exactitud los resultados de la Mannschaft, en lo que va del Mundial de Fútbol de Sudáfrica-2010.
La asociación quiere retirar al pulpo del acuario Sea Life de Oberhausen para trasladarlo a las aguas de un parque nacional en el sur de Francia, donde la pesca está prohibida.
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"Paul está encerrado en un pequeño acuario. No es una 'patria' digna para un pulpo. Pensamos que Paul estaría bien en el mar", declaró la bióloga marina de PETA (Personas por el Trato Ético a los Animales), Tanja Breining.
El acuario no comparte su opinión. "Los animales nacidos en cautiverio están habituados a ser alimentados y no tienen la menor experiencia en la búsqueda del alimento", reaccionó un portavoz de Sea Life. "Sería muy probable que muriese" si es liberado, advirtió el responsable.
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Según PETA, "los pulpos forman parte de los invertebrados más inteligentes. Son capaces de desempeños mentales complejos, y están dotados de memoria a corto y largo plazo, son capaces de manejar útiles, aprenden a través de la observación, presentan carácteres personales diferentes, y son sensibles al dolor".
Paul dio el martes pasado a la Mannschaft como vencedora ante Argentina en el duelo de cuartos de final del sábado 2 de julio, donde le ganó por 4-0.
Según un ritual bien establecido, en el fondo de su pecera se ubican dos cajas, cada una con los colores de los dos equipos en liza, y en este caso en concreto Paul se dirigió hacia la negra, roja y oro, despreciando la blanca y celeste del equipo sudamericano.
El oráculo de los ocho tentáculos hasta ahora nunca se ha equivocado, comprendida, por supuesto, la derrota de Inglaterra frente a los alemanes en el duelo de octavos de final del domingo pasado. Y, eso que Paul nació en Inglaterra.
A partir de octavos de final, todos los partidos mundialistas son de eliminación directa, pero nadie explicó la actitud del octópodo en caso de empate. Alemania perdió ante Serbia pero no registró ninguna igualada en la primera ronda.
Además, a Paul le apareció un rival inesperado, el delfín Sayco, de un acuario de la ciudad de Mar del Plata (400 km al sur de Buenos Aires).
Este, a pesar de que no presume de dotes adivinatorias, saltó cuatro metros para golpear un balón con los colores de Argentina, ubicado en una plataforma junto a otro con la bandera de Alemania.