AGENCIAS
SANTIAGO.- Sin luz, sin agua, sin gas, sin hospitales y sin aeropuerto. Los servicios y las comunicaciones colapsaron con el terremoto, y dejaron a los chilenos a más de asustados, incomunicados.
La evacuación se extendió a hospitales, varios resultaron dañados por la fuerza del sismo. Al menos tres, ubicados en la capital, colapsaron y en la ciudad de Concepción -a unos 500 kilómetros al sur de Santiago- el edificio del Gobierno local se derrumbó, informaron radios.
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Un catastro similar se hace en las escuelas.
Todo Bío Bío quedó sin energía, sin agua potable y sin gas. Esta es una de las regiones más castigadas por el sismo. El intendente Jaime Tohá informó que los muertos podrían llegar a unos 60 en la región, en cuya capital, Concepción, se teme que hasta sesenta personas estén atrapadas bajo los escombros de un edificio.
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El aeropuerto de Santiago fue cerrado porque se dañó la torre de control, según el Gobierno. Según un policía en el lugar, la mitad de la terminal estaba destruida, y el canal estatal TVN aseguró que por los daños estaría cerrada por tres días.
El puerto de San Antonio, desde el cual Chile exporta su cobre, cerró. Denis Yáñez, líder de la federación que representa a los trabajadores portuarios, dijo que el puerto de Valparaíso también había suspendido sus operaciones.
Los derrumbes alcanzaron a las cárceles. Unos 209 reos se fugaron del centro de Chillán, en el sur de Chile, cercano a la zona más afectada por el fuerte terremoto que causó que un muro se cayera y dejara herido a un guardia, por ello se originó un motín y un incendio que fue aprovechado por los reos para escapar. Se fugaron 269, pero 60 fueron recapturados.
Ante este panorama, más de trece gobiernos expresaron su solidaridad con Chile, y se declararon dispuestos a enviar ayuda, aunque la presidenta Michelle Bachelet dijo poco después de la tragedia que hasta ese momento Chile no estaba pidiendo ayuda internacional.
La Unión Europea cuantificó de inmediato su ayuda de emergencia de tres millones de euros (unos cuatro millones de dólares), sin contar los aportes individuales de algunos de su países miembros.
En Estados Unidos, la Casa Blanca y el Departamento de Estado prometieron ayuda, y la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, dijo que estaría en contacto con el gobierno chileno durante su gira por Latinoamérica.
El presidente Barack Obama expresó que su gobierno tiene recursos listos para enviar si Chile pide ayuda.
Francia, Inglaterra, Israel, Panamá, Colombia, Uruguay, Perú, Venezuela, Argentina y Ecuador también enviaron sus mensajes de solidaridad. Al igual que el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, quien expresó su dolor.
Mientras que el presidente de Bolivia, Evo Morales, mencionó que era gravísimo ver hermanos latinoamericanos muertos por un terremoto. "Siento que la naturaleza no aguanta las políticas que destruyen el medio ambiente, siento que la madre Tierra se enoja". Y el presidente paraguayo, Fernando Lugo, pidió a sus compatriotas rezar por los chilenos.
Ayudas: Ofrecimientos
$ 279 mil
Cruz Roja. La Federación Internacional de esas entidades aportarán para la operación de socorro.
$ 4 millones
Unión Europea. El bloque ofrece ese monto a Chile.