Las mujeres lo odian porque es un insoportable, pero lo que no saben es que él solo busca un poco de atención. Así es Arturo Bermúdez, de la telenovela Todas odian a Bermúdez, el último personaje realizado por el actor colombiano Víctor Hugo Cabrera y que ha hecho que su nombre vuelva a sonar fuera de su país, después de que en el 2007 lo hizo por primera vez con su primer protagónico en Hasta que la plata nos separe.

Aunque ese papel le dio la patadita de fama que esperaba, no fue el punto de partida de sus dotes de actor, que ya los había demostrado en más de una veintena de interpretaciones. Una de las más recordadas en su país es la de Peter Alexander Tuta, de la comedia Romeo y buseta (1988). Cabrera, quien empezó a actuar cuando tenía 12 años y dice que se siente ecuatoriano porque su padre es de Ecuador (además tiene cédula ecuatoriana), señaló en esta entrevista con EL UNIVERSO, vía correo electrónico, que ve con orgullo su nuevo papel en Todas odian a Bermúdez, del canal Caracol, y que no le parece tan insoportable.

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¿Se pensó en usted desde el comienzo para encarnar a Bermúdez?
Sí, se pensó en mí desde el principio, según el productor y escritor de la obra, Dago García.

¿Por qué aceptó el papel?
Porque fue una propuesta interesante con una historia diferente. Además, el perfil de Bermúdez es fantástico.

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¿Le implicó algún reto meterse en este personaje tan “insoportable”?
Cada vez que se interpreta un nuevo personaje es adentrarse en un nuevo mundo, por consiguiente, cada uno trae su propio karma, ¡ja, ja! Pero Bermúdez no es tan insoportable como piensan, tienen que conocerlo más, o ¿será que estoy equivocado?

¿Se sometió al Bermúdez concebido por el libreto o usted le aportó algo al rol?
Siempre me han dejado participar en la creación de los papeles que he interpretado hasta ahora.

¿Cómo fue la relación profesional con Diego Bertie (antagonista)? ¿Habían trabajado antes juntos?
Nunca, ni siquiera lo conocía. Las jornadas de trabajo son muy extensas a nivel profesional, vi que él cumplió con lo que decían. Es una persona muy respetuosa.

¿Es cierto que al final todos (televidentes) terminan odiando a la novela?
Hay que esperar el final.

¿Qué debe tener un papel para que no lo acepte?
 Es como una camisa: si no la sientes, mejor no te la pongas.

¿Le atraen más los dramas o las comedias?
La TV es cíclica, hay épocas. De las dos, yo me siento cómodo con las dos.

¿Ahora solo acepta protagónicos?
No, lo que pasa es que he sido afortunado en los últimos años. Además, fui actor de reparto y, como le dije antes, me gustan los papeles que he interpretado.

¿Cómo identifica el público a Víctor Hugo Cabrera: Méndez, de Hasta que la plata nos separe, o Bermúdez?
Cada cual me gusta que me recuerde como quiera, es más, aún me recuerdan como Peter Alexander.

¿Ha borrado Bermúdez a Méndez?
¡Noooo!, Méndez es un ícono en mi país y en muchos lugares en donde se ha presentado. Cada personaje crea admiradores diferentes y eso es lo más importante.

¿Ocupa Méndez algún lugar especial en su carrera?
Todos los personajes que se interpretan a través de la carrera de un actor son para uno muy importantes. Gracias a Méndez se me abrió la puerta como actor para que me conocieran en otros países.

¿Qué nuevos proyectos están en camino?
Estoy montando un espectáculo propio y espero poder llevarlo a varios lugares, incluido Ecuador. Ojalá las cosas se den. Tiene que ver con el teatro, pero muy a mi estilo.

¿Ha tenido alguna otra propuesta de trabajar en Ecuador, después de actuar en  la telenovela El Garañón?
No.

¿Volverá a trabajar para el cine?
Claro que sí. Espero que vean la película que hice el año pasado acá en Colombia, que se llama Ni te cases ni te embarques.

¿Cuándo volverá a Ecuador?
La última vez que estuve de vacaciones en Guayaquil visité Montañita y vimos muy, muy de cerca a las bellas ballenas y a las aves de patas azules, que en este momento no recuerdo su nombre. También fuimos a comer unos deliciosos cangrejos. Las personas del Ecuador, mi país, también son muy amistosas y excelentes anfitrionas, y como ya tengo mi cédula ecuatoriana, no resta sino que algún productor ecuatoriano me contacte y hagamos algo bonito.