“En el mundo femenino, sin embargo, me dicen que subió bastante mi popularidad”, ironizó el mandatario paraguayo, Fernando Lugo, al ser consultado ayer sobre los últimos reclamos por supuesta paternidad que habrían dañado su imagen en la opinión pública, según encuestas.
En rueda de prensa, Lugo no confirmó ni negó si Fátima Rojas, de 22 años, a cuya lujosa boda asistió el sábado pasado, es su hija, como lo denunció a la prensa la sobrina del mandatario, Mirta Maidana. “Fátima Rojas pertenece a una familia que conozco desde 1977. Pido disculpas a esa familia porque se ha invadido su privacidad”, se limitó a decir.
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Al insistir los periodistas sobre la nueva denuncia de paternidad, Lugo aseguró que “forma parte de una gran campaña montada”.