El Vaticano reanudó ayer el “diálogo doctrinal” con el movimiento ultraconservador lefebvrista, tras el levantamiento de la excomunión de los obispos de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, decisión que causó escándalo en la Iglesia, por la rehabilitación de un obispo que niega el Holocausto nazi.
“La reunión se desarrolló en un clima cordial, respetuoso y constructivo”, anunció el Vaticano en un comunicado al término del encuentro.
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Se trataba de la primera reunión de integristas lefebvristas con las autoridades de la Santa Sede después de la grave crisis que generó dentro y fuera de la Iglesia el levantamiento de la excomunión decretada por Juan Pablo II en 1988 a los obispos ultraconservadores del movimiento fundado por el arzobispo francés Marcel Lefebvre y que determinó hace 20 años un cisma.
El encuentro se celebró en el Palacio del Santo Oficio, sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la Commission Ecclesia Dei, creada entonces para intentar reabsorber el primer cisma del siglo XX.
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La comisión fue liderada durante años por el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, quien se jubiló a mediados del año, y ahora pasó a depender directamente de la congregación vaticana.
“Hemos establecido los puntos más importantes de carácter doctrinal que van a ser tratados durante las reuniones que se celebrarán dos veces al mes en los próximos meses”, explicó el Vaticano.
Entre los problemas doctrinales que aún persisten figura, según la nota de la Santa Sede, “el concepto de tradición, el misal de Pablo VI, la interpretación del Concilio Vaticano II en continuidad con la tradición doctrinal católica, los temas de unidad de la Iglesia”.
Otros temas de debate son “el ecumenismo, la relación entre cristianismos y con las religiones no cristianas, así como la libertad religiosa”, manifiesta el comunicado.
La reunión duró tres horas y se centró en el método y la organización del trabajo.