Ponte el cinturón de seguridad
¡y acompáñanos!
Hay quienes disfrutan de la velocidad. Otros creen que es mejor tomar las cosas con calma. Los primeros trenes, que ahora nos parecen tan lentos, causaron temor y desconfianza en el público, ya que era impensable que un ser humano pudiera ir a más de 30 kilómetros por hora y vivir para contarlo.
Por supuesto, tú sabes que se puede ir más rápido solo con viajar en auto. Pero una cosa es cierta: cuanto más rápido vayas, más probable es que te encuentres con alguna fuerza opuesta, o con otro que va más acelerado que tú. ¡Así que tranquilidad, por favor!
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Ponte a prueba
Dinos (¡sin mirar las respuestas hasta el final!) ¿quién crees que ganaría en una carrera?
MUY VELOCES
Intenta colocar por orden de velocidad a estos tres apurados.
a) Un avión de caza supersónico.
b) El planeta Mercurio moviéndose en el espacio.
c) La nave Apolo 10 con sus tres astronautas a bordo, en 1969.
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MEDIANAMENTE VELOCES
¿Cuál de estos tres objetos crees que es el más acelerado?
a) La lengua de un camaleón al atrapar una mosca.
b) Un mensaje enviado a lo largo de uno de tus nervios.
c) Una persona que se lanza en caída libre desde 100 metros.
LENTOS Y LENTÍSIMOS
¿Podrías decir cuál de estos tres gana en velocidad?
a) Tus uñas creciendo.
b) Los tallos de bambú estirándose.
c) El océano Atlántico mientras se ensancha.
Respuestas:
1. Mercurio. Es el planeta más rápido en su órbita alrededor del Sol, a 172.248 kilómetros por hora. En segundo lugar está el Apolo 10, a 39.897 km/h, ¡qué vértigo! Y por último, un avión supersónico puede burlar fácilmente a un radar, pues pasa los 2.000 km/h. ¡Igual es el menos rápido de los tres!
2. Tu sistema nervioso envía un mensaje a 483 km/h. ¡Asombroso! Le sigue una persona cayendo (141 km/h), experimento del doble de cine Dan Koko en 1984. Y por último, la lengua de un camaleón se mueve a 80,5 km/h.
3. El bambú gana, pues crece 3 centímetros por hora. Si tus uñas fueran tan aprisa, al final del día tendrías problemas para agarrar el cepillo de dientes. Le sigue el océano Atlántico, que se expande 0,0006 cm/h. Y por último, tus uñas crecen solo 0,00028 cm/h. ¡Por suerte!