La diseñadora Aghata Ruiz de la Prada inauguró la segunda jornada de Cibeles Madrid Fashion Week, con una colección fiel a su estilo colorista y en la que presentó una mujer alegre y divertida. La actividad abrió sus puertas el sábado pasado y las cerrará mañana.
Con una impresionante puesta en escena, Ruiz homenajeó la edición Nº 50 de la Pasarela con 50 modelos. Lunares, corazones, faldas globo, fuertes colores y formas casi imposibles no faltaron en sus atuendos.
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Al escaparate de la moda española llegaron también las propuestas de los hermanos Aitor e Iñaki Muñoz, que comercializan sus colecciones bajo el nombre de Ailanto. Los diseñadores han mostrado una de sus colecciones más maduras. Con un look amable, suave y delicado han creado envolventes prendas que se atan con cintas o cordones y han insistido en una silueta en la que adquiere un protagonismo especial los hombros. La cintura se ajusta y las faldas son un poco abombadas y muy cortas.
Los conocidos Victorio & Lucchino acudieron a la cita de la Pasarela con la colección Alquimia, con propuestas difíciles de describir, en las que han jugado al contraste de colores y a mezclar tejidos insólitos.
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Plisados en tul, pedrería, revisión del volantes, que reaparecen como pequeños fruncidos, dominio del naranja y del plata, faldas muy cortas, en una colección donde el hilo conductor ha sido las aplicaciones de flores de gasa.
El nombre de Victorio & Lucchino se moderniza, pero sin perder su elegancia clásica.
El regreso a los desfiles de Adolfo Domínguez y Roberto Verino marcó la inauguración de esta 50ª edición, que hasta mañana registrará el trabajo creativo y las propuestas de 56 diseñadores consagrados y unos 35 jóvenes.