Ken Stanborough, de 47 años (Liverpool, Inglaterra), dejó caer el iPod Touch de su hija Ellie al suelo el mes pasado. Por el golpe, el aparato empezó a sobrecalentarse y él, asustado, lo arrojó al piso y en 30 segundos este explotó, elevándose 3 metros en el aire, relata en la web  www.evaluamos.com.