El rosario budista que el compositor, productor y músico argentino Gustavo Santaolalla luce al cuello sobre su atuendo negro muestra la espiritualidad que guía a este ganador de dos Oscar y la filosofía que ha incorporado al grupo Bajofondo Tango Club, con el que trata de celebrar la vida.

“Cuando tienes un don y este produce cosas, ¿qué mejor que usarlo para el bien? Nosotros tratamos de celebrarnos y de celebrar las cosas lindas que tiene la vida. En estos momentos en que hace tanta falta, tratamos de que la gente haga circular su energía por ese lado”, dijo Santaolalla en una entrevista a propósito del concierto de su grupo, en Madrid.

“Creo que este es un momento en el que todo coexiste, como el principio zen del sí y el no. Por un lado, las cosas están en un nivel de decadencia mayor que nunca y, por otro, hay un nivel de concientización y de apertura de la gente a otras cosas”, ratifica.

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Bajofondo Tango Club es un grupo formado, en el 2002, por Gustavo Santaolalla y el uruguayo Juan Campodónico, que incorporó en sus comienzos elementos típicos de ambas orillas del Río de la Plata, como tango, milonga o candombe, a bases electrónicas y que, con su último disco, Mar dulce (2007), coquetea con el hip-hop y el rock.

“No nos gusta la etiqueta de tango electrónico”, insiste Santaolalla. “Hacemos música contemporánea del Río de la Plata y esa música forma parte de la genética musical de donde venimos, pero también escuchamos a The Beatles, U2, Chemical Brothers o Radiohead. En Argentina también hay celulares, computadoras y guitarras eléctricas, no solo mate y churrasco”, sonríe.

Además de los fundadores, componen Bajofondo –cuya idea surgió en Madrid– Luciano Supervielle (piano, teclados y scratch), Martín Ferres (bandoneón), Javier Casalla (violín), Gabriel Casacuberta (doble bajo), Verónica Loza (voces y Vj) y Adrián Sosa (batería).

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Santaolalla es un apasionado del tango, como demuestra la producción de la película Café de los maestros, grabada con grandes personalidades de este género de Argentina y de Uruguay, que derivó en la grabación de un CD y una gira por varios países.

“Si lo que nosotros hacemos aporta algo al tango, eso se verá dentro de 15 años. Ahora sería muy pretencioso decirlo. Lo interesante es que ninguno de esos maestros me hizo ninguna crítica de Bajofondo porque saben que no hemos pretendido ser un grupo de tango, sino de música moderna”.

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Santaolalla considera que artistas internacionales como Tom Waits, Leonard Cohen, Marianne Faithfull o Elvis Costello –que grabó Fairly right en Mar Dulce (álbum)– tienen en su arte cosas que se conectan con la música, la oscuridad y la pasión del tango.

Mundialmente conocido por lograr dos premios Oscar por las bandas sonoras de Brokeback mountain (2006) y Babel (2007), confiesa su pasión por el cine, en el que le gustaría profundizar más y en el que le encantaría integrar también a Bajofondo. “Me gustaría hacer una película con música del grupo, no sé si un thriller o algo sexy, que fuera algo como Air y sus vírgenes suicidas”.

Afirma que duerme  poco porque tiene mucho por hacer, como seguir experimentando con su viñedo en Mendoza (Argentina).

Afincado en Los Ángeles, EE.UU., atribuye a Barack Obama características cósmicas. Acaba de terminar la banda sonora del filme Biutiful, dirigido por el mexicano Alejandro González, y trabaja en dos más: Nanga Parbat, del alemán Joseph Vilsmaier, y otra del francés Thierry Klifa, además espera publicar con  Bajofondo un disco en el  2011.

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