Carlinhos Brown es ritmo, samba y positivismo. Es una personalidad de Brasil no solo por ser ícono de la música bahiana, sino también por su ayuda humanitaria en la favela de Candeal, donde vive.
Antonio Carlos Santos de Freitas nació en Salvador de Bahía, en 1962. Su nombre artístico se debe a un homenaje a Box Brown (un esclavo afroamericano que consiguió su libertad al ser enviado por correo dentro de una caja de madera a un estado abolicionista) y no por el cantante James Brown.
Publicidad
Él logró que la percusión (tambores) –instrumento que toca– pase a estar al frente de los escenarios. Con este, sus trajes exóticos y su característico cabello con rastas, Carlinhos hace un show que pone a todos a bailar. Fue la fusión de reggae-samba con lo que sobresalió en sus inicios en el grupo llamado Timbalada, que conformó luego de obtener experiencia en los grupos musicales de Luis Caldas y Caetano Veloso.
Veloso lo invitó a pertenecer a su banda Bossa Nova, en el año 85. Pronto grabó con él la canción Meia Lua Inteira, de su creación, en la que se refiere a sí mismo como un extranjero sin documentos, a quien nadie le impide cantar.
Publicidad
Timbalada, integrado por 29 jóvenes de su barrio Candeal, se inició como una propuesta de animación social en los noventa. Este grupo promueve sonidos que se acercan más a la tradición angoleña y, además, toca el timbau, instrumento étnico parecido al timbal. Al poco tiempo Carlinhos dejó de presentarse con este, pero aún trabaja en sus producciones.
Fue entonces en 1996 cuando empezó su carrera como solista con el disco Alfagamabetizado. De este se desprende el tema Maria Caipirinha, una samba que fue un éxito en las discotecas de Brasil y Europa. A Namorada también sonó en Brasil, Japón y Chile.
De ahí en adelante sería requerido en los carnavales de Brasil y de España, principalmente. Para el 2003 lanzó un CD llamado Carlito Marrón, la traducción de su nombre, con el propósito de relatar su historia. En la canción, que lleva el mismo título, se describe como hombre sin camino ni destino, que conoce a una garota de vida subversiva y se enamora.
A gente ainda não sonhou (La gente que aún no sueña) del 2007, es un álbum con el que se inclina más hacia los sonidos electrónicos, pop y reggae, pero sin dejar de lado la percusión. A diferencia de otros, Carlinhos lo produjo, escribió las letras y tocó casi todos los instrumentos. Entre otros: bajo, guitarra eléctrica, teclados y bongoes.
Varias de estas composiciones son en inglés. Explica que es un intento de que su mensaje llegue a Estados Unidos para que termine la guerra en Iraq.
Carlinhos creció en medio de la pobreza, en una favela llamada Candeal, en Salvador de Bahía, y solo pudo estudiar un año en la escuela. Su padre –también músico– consiguió que Osvaldo Alves da Silva el Maestro del Bongó le enseñara a tocar. Así se inició en la música, pero esta no es su única ocupación, ya que desde que empezó a ganar dinero no ha parado de ayudar a su gente luego de que le ocurriera un hecho amargo.
Al regresar de su primera gira por Francia con Caetano Veloso, Carlinhos se enteró del asesinato de cinco de sus amigos y pensó que de no ser por la música él habría podido ser uno de esos chicos.
Desde entonces empezó a enseñar clases de percusión a niños de la calle, creó el grupo Timbalada e invirtió su dinero en proyectos para la comunidad. Les enseñó a trabajar para ganarse la vida en vez de pedir caridad. Construyó una escuela de música que llamó Pracatum, donde se forman músicos de todas las edades, además de una escuela de moda, un centro comunitario, entre otros proyectos. Ahora cuentan con servicios básicos y no hay delincuencia. El documental El milagro de Candeal (2004), del director Fernando Trueba, recoge el proceso que se dio en ese lugar. Es Carlinhos quien relata la experiencia de transformación de la favela junto a los chicos que han crecido con la música.
Datos
Durante su trayectoria, Carlinhos Brown ha ganado 8 Grammys Latinos por sus álbumes A gente ainda não sonhou y Carlitos Marrón. Y ganó otro con Tribalistas en el 2003.
Obtuvo el Premio Goya por mejor canción original en la musicalización del documental El milagro de Candeal.