Un empleado privado llegó ayer a las instalaciones de Interdin en Quito, emisora de Visa y Diners, para actualizar los datos de su jefe que es tarjetahabiente. El mensajero aprovechó para averiguar qué debe hacer para cerrar su tarjeta de crédito personal. Al consultarle por qué quería devolverla, dijo que por los altos intereses que empezarán a regir en junio:
“Yo no he utilizado la tarjeta sino para cosas imprescindibles como la educación de mi hijo, pero con este incremento del costo, ya resulta demasiado caro”.