Quentin Tarantino y Brad Pitt han incurrido en un rotundo revisionismo histórico de cómo terminó la Segunda Guerra Mundial.
Su épica Inglourious Basterds debutó el miércoles en el Festival de Cine de Cannes, presentando una banda de soldados aliados de los judíos encabezada por Pitt, cuyo personaje desempeña un papel crucial en la derrota del Tercer Reich con un golpe estratégico contra los principales líderes nazis.
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Decididamente fue extravagante, algo para lo que siempre estoy dispuesto, dijo Pitt sobre el modo en que Tarantino reescribió la historia.
Las hazañas de la banda culminan en una masacre durante el estreno de una película de propaganda nazi en París cuando los comandos de Pitt se vengan del genocidio de Adolfo Hitler contra los judíos.
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La gente se me ha acercado mucho a preguntarme, es un cuento de hadas? es el cumplimiento de una fantasía judía?, dijo Tarantino. Mis personajes cambiaron el resultado de la guerra. Bueno, eso no ocurrió porque mis personajes no existieron (en la vida real).
De haber existido, empero, los acontecimientos que ocurren durante la épica de Tarantino de dos horas y 40 minutos son completamente posibles, dijo el cineasta. La cinta sienta las bases de la versión revisionista de Tarantino sobre el fin de la guerra con un comienzo de cuento de hadas: Érase una vez ... en la Francia ocupada por los nazis.
Para el realizador judío Eli Roth (Hostel), a quien Tarantino encomendó el papel de uno de los compañeros de Pitt, la venganza fue mucho más que el mero cumplimiento de un deseo.
Para mí, es como pornografía kosher, dijo Roth. Es algo sobre lo que he fantaseado desde que era un niño. Y realmente fue como interpretar una escena de sexo cuando mato a golpes a ese tipo y la sangre sale a chorros.
Junto con Pitt, el reparto internacional de Inglourious Basterds incluye a Diane Kruger como una estrella de cine alemana y agente de los aliados, Daniel Bruhl como un héroe de guerra nazi, Michael Fassbender como un crítico de cine británico que se vuelve espía, Melanie Laurent como una judía francesa escondida bajo una identidad falsa, Martin Wuttke como Hitler y Sylvester Groth como su lugarteniente, Joseph Goebbels.
Christoph Waltz ofrece una actuación destacada en el filme como un eficiente cazajudíos, una bestia cortés pero alegremente despiadada. Mike Myers, quien interpretara al superespía Austin Powers, habla nuevamente con acento inglés como un oficial de inteligencia británico que orquesta la misión culminante de los Basterds.
Mis padres nacieron en Liverpool, Inglaterra, y mi padre fue parte de los Ingenieros Reales y mi madre estuvo en la Fuerza Aérea Real, dijo Myers, nacido en Canadá. Tú sabes, esas damas que tenían los grandes mapas de Inglaterra, y decían Alemanes sobre Norfolk. Despegue (del escuadrón en el aeropuerto de) Biggin Hill. Mi madre fue una de esas damas. Y en la mesa se hablaba constantemente de la Segunda Guerra Mundial. Así que me preguntaron, Te gustaría interpretar a un general británico? Y yo di un brinco.
Tarantino visitó a Pitt el verano pasado con el guión en la mano. Pitt dijo que ambos hablaron de cine hasta entrada la noche.
Me levanté a la mañana siguiente y vi cinco botellas de vino vacías en el piso. Cinco. Y algo que parecía un artefacto para fumar. No sé qué era todo eso, dijo Pitt. Y al parecer, acordé hacer la película, porque seis semanas después estaba en uniforme. Era el lugarteniente Aldo Raine.
Con su intenso acento sureño, el personaje de Pitt se da a conocer como el terror de los nazis Aldo el Apache; su solo nombre y el de sus Basterds aterroriza a los soldados alemanes. Cuando forma la banda, Aldo le dice a su equipo que cada uno le debe 100 cabelleras nazis, y ellos cumplen la orden gráficamente al incorporar Tarantino escenas de los Basterds despellejando las cabezas de sus víctimas.
Tarantino se atiene a los trajes y escenarios de la época pero ofrece su típico trasfondo musical divergente, que incluye música estilo western de Ennio Morricone y hasta Cat People (Putting Out Fire) de David Bowie.
Inglourious Basterds, que llega a las salas de cine en agosto, es una de las 20 películas que compiten por la Palma de Oro, el máximo premio de Cannes, que Tarantino ya ganó con Pulp Fiction (1994).
El amor de Tarantino por el cine es evidente a lo largo del filme, mientras los personajes discuten sobre sus directores favoritos y hacen propaganda a través de películas. El mismo deceso de la Alemania nazi depende de la magia del cine.
Por un lado, es una metáfora del poder del cine, dijo Tarantino. Por el otro, no es ninguna metáfora del todo. Es literal. Es el poder del cine derrotando al Tercer Reich. Y a mí eso me encanta.