Financiar la lucha contra la deforestación con el mercado del carbono provocaría un derrumbe de las cotizaciones y perjudicaría la lucha contra el calentamiento climático, sostiene Greenpeace en un estudio publicado hoy.
Los autores de este informe consideran que la caída de los precios podría llegar al 75% y, sobre todo, que eximiría a los países desarrollados de hacer esfuerzos para reducir sus propias emisiones, puesto que podrían comprar a bajo precio en el mercado los derechos a contaminar.
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Este mecanismo de compensación (offset) por emisiones, practicado en el marco del Protocolo de Kioto, permite financiar una acción "verde" en un país del sur para "compensar" su mal desempeño. Los defensores del clima lo comparan con las indulgencias de la Edad Media.
La deforestación causa más del 20% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y afecta en primer lugar a los países en vías de desarrollo como Brasil e Indonesia (dos tercios de las emisiones entre los dos) o la cuenca del Congo en Africa.
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"¿Qué sucederá si Brasil llega al mercado? Todos los que hubieran debido reducir sus emisiones se limitarán a comprar offsets", explicó uno de los expertos de Greenpeace, Roman Czebiniak, al margen de las negociaciones para un nuevo acuerdo mundial sobre el clima en Bonn.
El futuro acuerdo, que debe ser adoptado hacia fines de año en Copenhague, probablemente incluirá los esfuerzos de reducción de las emisiones provocadas por la deforestación y la degradación de los bosques (REDD), descuidados hasta ahora. Sin embargo, será necesario encontrar la forma de redistribuir esos esfuerzos: a través de mecanismos de mercado o de fondos públicos.