Fue el concierto esperado. El guitarrista mexicano Carlos Santana, considerado por los críticos como uno de los mejores del mundo, deleitó con su magistral presentación a cerca de 10.000 personas que llegaron al coliseo General Rumiñahui de Quito, actuación con la cual continuó su gira Live Your Light Tour 2009.

Apareció en el escenario a las 20:48. Un público impaciente, en su mayoría adulto, esperaba por Santana, quien por primera vez subía a una tarima en el Ecuador.

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Pantalón y zapatos blancos, buzo amarillo y abrigo verde, con vivos amarillos y cafés fue la vestimenta con la que apareció Santana, claro sin dejar de lado su fiel acompañante: el sombrero. Y antes de que ingrese, ya su guitarra eléctrica cautivó a los presentes con Soul sacrifice, luego se abrió paso por entre los músicos de la banda y siguió con su repertorio.

Tras dejar a un lado el abrigo, el guitarrista de casi 62 años (los cumplirá el próximo 20 de julio) continuó con Vive  latino.

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Recién a las 21:30, y tras ser aclamado en varios pasajes de su presentación, el mexicano,  cuyo mensaje de amor y paz continúa intacto como hace 42 años cuando inició su carrera artística, saludó a los aficionados ecuatorianos.

“Es una maravilla estar aquí en el centro del mundo, en Ecuador. Seguimos con el espíritu muy fuerte, muy puro y muy sincero. Ofrecemos nuestro corazón lleno de gratitud a Dios y a ustedes por su presencia”, expresó a los presentes.

Y tras elogiar a las mujeres comentó: “En este mundo nada pasa a menos que las mujeres estén contentas, y por eso esto es para ustedes”. Enseguida entonó otro de sus muchos éxitos: María, María. Pero no solo el género femenino lo cantó, sino que todos se pusieron de pie para corearlo.

Luego vinieron Samba pa ti, Winning, África, entre otras, hasta que el artista, identificado con la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos “porque se siente que este hombre sí tiene un corazón que puede sentir el dolor ajeno”, tocó Black magic woman (Mágica mujer negra), y el público se fundió en un solo canto.

El maestro de la guitarra, quien anhela tener su propio canal de televisión para emitir mensajes de amor, paz, belleza e inocencia, y no solo “chismes, escándalos, miedos, basura, basura y más basura”, que según él se transmiten en los medios televisivos, llevó al éxtasis a los aficionados con Oye como va. Luego y tras hacer la venia se despidió.

Sin embargo, el público extasiado, y lleno de furor, con el repertorio de la guitarra de Santana, acompañado de timbales, bajo, batería, teclado, trompeta y trombón, aparte de la vocalización de Jhonny Mense y Eddy Vargas, pidió por dos minutos el retorno del guitarrista. Él no se hizo rogar y asomó otra vez sobre la tarima.

Corazón espinado y Jingo cerraron dos horas y 20 minutos de mucha energía, como autodefine a su trabajo el guitarrista mexicano.

Los teloneros de la noche fueron Ernesto Estrada y Nacho Granja, de la banda guayaquileña de rock Prime Ministers, quienes en 20 minutos dejaron listo al público con rock progresivo para recibir al maestro Santana.

Influencia musical
Santana se declaró admirador de Miles Davis,  inclusive se puso una camiseta con la imagen de él. También resaltó a Marvin Gaye, Bob Marley, Manu Chau, entre otros.

Creencias
El artista mostró su desacuerdo con las religiones cuando presentan a un Dios castigador. “Dios es amor”, apuntó.

Obra social
A través de la fundación Milagro ayuda a personas en extrema pobreza de países como Sudáfrica.

Rap y rock
El artista afirmó que el rock de hoy es el rap. Pero que si no cumple un papel de unificación, de esperanza, se convierte en tortura.

Con la misma energía
Dijo conservar la misma energía de sus inicios en la música. “Como cuando un joven va dar un beso francés por primera vez y no sabe si la chica va a darle una cachetada o a pedirle más”.