El presidente venezolano Hugo Chávez puso en aprietos a empresarios de la Coca Cola en ese país. Les pidió desalojar terrenos de su propiedad porque él quiere construir en esos espacios casas populares.
El socialismo se ve lejos también en países como Nicaragua y El Salvador, donde la injerencia de Chávez ha aumentado, pero solo en figura. En el caso del primero, esa influencia se ha visto más como una necesidad por la extrema pobreza, considera el analista Simón Pachano. La ayuda de Venezuela, según estima la oposición, en el 2008 llegó a $ 280 millones; de dichos recursos, incluso se denunció su uso en negocios familiares del presidente Ortega.Así, la definición del socialismo resulta ambigua. “El proyecto político es más bien muy híbrido, muy ecléctico”, afirma la politóloga Grace Jaramillo.
Entre ellos ninguno tiene una ideología definida para indicar que son de izquierda, porque tal como la aplican resulta indefinida en términos de cuáles son sus referentes teóricos y conceptuales, observa Pachano.En la tesis de estos gobernantes hay contradicciones y analistas advierten que la manejan a conveniencia. Correa, por ejemplo, se reunió con empresarios y banqueros, dice Jaramillo.El también analista Pablo Andrade recuerda que Correa en sus inicios aglutinó a sectores de izquierda, ONG, indígenas, pero luego los vio como obstáculos e incluso los elimina, como ocurrió con Acción Ecológica.
“En la práctica es derecha, pero en el discurso se pretende presentar ‘de izquierda’”, dice Ivonne Ramos, la directora de la fundación ecológica.Lo mismo se piensa de Chávez. “Durante la campaña de 1998, nunca se había declarado ni siquiera como de izquierda”, dijo en febrero pasado Alberto Barrera-Tyska, coautor de la biografía Chávez sin uniforme.Como Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador y Morales en Bolivia, el proyectode socialismo gira en torno a figuras, sin bases ni fundamentos, dice Pachano. “Se trata de un proyecto que está tan ligado a personas, que si faltan estas, el proyecto se acaba”.","isAccessibleForFree":true}
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El presidente venezolano Hugo Chávez ha iniciado una campaña de expropiaciones a empresas privadas de lo que él llama rescate de la nación.
El presidente venezolano Hugo Chávez puso en aprietos a empresarios de la Coca Cola en ese país. Les pidió desalojar terrenos de su propiedad porque él quiere construir en esos espacios casas populares.
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Debería darles vergüenza plantear siquiera esto como argumento. Quien no lucha merece el destino que tiene.
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