Cuatro personas fueron víctimas del sicariato entre la mañana del martes y la madrugada de ayer en Guayaquil.

Uno de los casos se suscitó a las 00:40 de ayer en la vía Perimetral, a la altura de la urbanización Ceibos Norte.

En ese lugar, Pablo Javier Rosero Brand, de 45 años, y Federico Nemesio Yépez Patiño, de 55, fueron acribillados dentro de un vehículo Volkswagen, verde, de placa PGE-262.

Publicidad

Mientras, Mario Olezarde Sánchez Rodríguez, quien conducía el vehículo, resultó herido con un disparo en la pierna izquierda.

Rosero murió al instante, mientras que Yépez falleció minutos después en el hospital Universitario, donde también fue llevado Sánchez, quien fue intervenido para extraerle la bala de la pierna.

En la sala de emergencias de la casa de salud Sánchez reveló a la Policía que él y sus compañeros fueron interceptados por dos sujetos que se movilizaban en una moto roja. “Los asesinos me cerraron el paso y sin dar razones dispararon contra nosotros”, declaró el herido a los agentes de Homicidios.

Publicidad

Luego del tiroteo y la fuga de los asesinos, Sánchez logró salir del vehículo y pedir ayuda a los guardias privados de Ceibos Norte y a la Policía.

Iban a Quevedo
El herido expresó que viajaba con Yépez (dueño del vehículo) hasta la ciudad de Quevedo en la provincia de Los Ríos, y al pasar por la avenida Juan Tanca Marengo recogieron a Rosero (amigo de Yépez), quien pidió que lo lleven hasta Pascuales. “Íbamos a dejar a Rosero cuando nos cerraron el paso”, dijo.

Publicidad

En tanto, familiares de las víctimas que llegaron hasta la morgue de la Policía a retirar los cadáveres, no dieron detalles de los crímenes.

 Inclusive, en la brigada de Homicidios de la Policía se constató que Yépez tenía antecedentes por tenencia y posesión ilegal de armas y además era investigado por algunas infracciones (no dijeron cuáles).

Asesinaron a chofer
En otro caso, tras casi 15 horas de agonía en la clínica Panamericana falleció el miércoles, a las 20:00, Fausto Ricardo Paredes Chagmana, de 43 años
Paredes fue víctima, ese día a las 05:30, de un sicario, quien le disparó en cinco ocasiones en la estación de la línea 98, ubicada en las calles 24 y la P, en el suburbio de la ciudad.

Testigos aseguraron que Paredes, quien era chofer del bus 1467 de la línea 98, fue sorprendido cuando estaba sentado en la unidad, minutos antes de iniciar su recorrido.

Publicidad

Darwin Vera, oficial del bus, señaló a la Policía que el asesino llegó a pie y sin dar razones disparó contra Paredes, quien fue impactado por una de las balas en el rostro.

Yolanda Limones, esposa de la víctima, aseguró que su esposo, quien deja cuatro hijos en la orfandad, no tenía enemigos.