Obama ha escrito la esencia de este artículo. Lo dijo el martes histórico (cito de memoria) “…Cuidado con gobiernos que solo culpan a Occidente de sus males y ofrecen a sus pueblos destrucción, serán juzgados por no dar la oportunidad de construir”. Describió descarnadamente a Alianza PAIS, a la revolución ciudadana (tan poco ciudadana cuando excluye a los ciudadanos que no son propios).

PAIS hereda la larga tradición latinoamericana de culpar a los demás (culpa evidente pero en dimensiones muy diferentes). Pero más grave: quiere usar ese resorte psicológico y cultural para posicionarse a base de la lucha de clases, a agrandar abismos. Ya no solo es Occidente el culpable, sino todo el que ha tenido éxito, porque los logros son sinónimos de abuso. Aparecer como el paladín que por fin sale en defensa de los abusados. Por supuesto que alguien debe defender a los abusados porque este es y ha sido un país de abusos, pero para devolver a la gente su capacidad de libertad, creatividad, de construir. No de subirse al carro del caballero gobernante y perder doblemente su dignidad. Pero eso es lo que hoy se ofrece: destruir todo lo existente (bueno o malo), no para recuperar la habilidad de construir, sino ofrecer todas las armas a un poder sin horizonte porque su única sabiduría es destructiva.

Todas las sociedades se anquilosan y requieren cada cierto tiempo renovarse. Destruir para renacer. Desgraciadamente las guerras y la violencia han sido una manera de emprender ese camino. Los ecuatorianos han tenido la sabiduría de evitarlo, buscando el sendero dominical de las urnas. Buscado con desesperación en todos las alternativas, tendencias y locuras. PAIS es la última de esas aventuras. Y ha sido útil. Porque ha tomado el camino de destruir grupúsculos de interés políticos, económicos y sociales. Se ha enfrentado con descaro a los poderes y a los poderosos visibles u ocultos. PAIS es una trituradora de estructuras y lo ha hecho. Ha removido el fango, el kikuyo (¡no a los kikuyos!). Pero su misión debe concluir cuanto antes. Porque su real horizonte es volver a reconstruir más de lo mismo, alrededor de nuevos actores. El mismo clientelismo (agravado), la misma prepotencia (agravada), igual el centralismo, la nula apertura o el estatismo. Pero más grave, porque ha destruido mucho más que lo necesario. Los intentos (aunque modestos) por disciplinarnos en el manejo económico. Por institucionalizar. Por descentralizar poderes.

¿PAIS ha construido una esperanza? Ciertamente, pero es el imaginario de la dádiva o el odio. La gente hoy espera más una solución caída del cielo (de la Majestad gobernante), porque es el mensaje de todo mensaje y recorrido. Y se la quiere llevar (aunque la gente se resiste) a que se satisfaga más con el fracaso ajeno que con el éxito propio. Es la esperanza del engaño y la manipulación. Es el intento de triturar el alma de la gente que sabe instintivamente y por experiencia que la vida la construye uno, no contra sino con los demás. Lo dijo Obama: no a las trituradoras.