Javier Ponce, ministro de Defensa, responsabiliza a Sociedad Patriótica (SP), partido del ex presidente Lucio Gutiérrez, del malestar en las Fuerzas Armadas (FF.AA.). Sostiene que el liderazgo del Gobierno garantiza estabilidad, aunque le preocupa la falta de cohesión entre la tropa y los oficiales.

¿Conoce el documento de varias organizaciones militares, del 30 de noviembre, que revela el malestar de la tropa y advierte hasta con una insubordinación?
Me llegó tarde por vía indirecta. Es un documento sin firma de responsabilidad; en algunas cosas, como el rancho, estamos asumiendo; otras habría que investigar. El origen del problema es la coincidencia de algunos temas: la reforma a la Ley de Personal de las FF.AA., la decisión del Issfa (Instituto de Seguridad de las Fuerzas Armadas) de establecer un  techo a las jubilaciones en el 88%, el planteamiento de racionalizar y regular los aportes patronales. Al mismo tiempo, se habló con el Ministerio de Finanzas para que el rancho pase a la cuenta de las unidades. Esto generó un panorama complicado y corrieron los rumores. Sectores de oposición, particularmente Sociedad Patriótica, se montaron sobre esto para desestabilizar. 

¿Qué pruebas tiene de la influencia de Sociedad Patriótica?
Primero, las declaraciones públicas. Por ejemplo, la andanada de este señor (Fausto) Cobo, que me ha dicho de todo en televisión. El lenguaje de los manifiestos habla de elementos ajenos a las FF.AA. Hay documentos en donde se refleja sencillamente el malestar, pero hay otros en donde se ve la  elaboración política.

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¿Hay uniformados que tengan relación con SP?
Eso no. Lo que se ha establecido es que han surgido grupos dentro de las FF.AA., incompatibles con el sentido de disciplina, que podrían estar vinculados con sectores políticos externos teniendo en cuenta que los militares ya van a participar en las elecciones.

Le preocupa que en ocasiones anteriores el malestar de las FF.AA haya terminado con gobiernos?
No. El liderazgo de Rafael Correa está bastante fuerte como para pensar en una desestabilización.

¿El voto facultativo de los militares politizó la institución? 
Es un derecho ciudadano que hay que respetar. La primera vez evidentemente genera  preocupaciones; era un riesgo que había que correr para profundizar la democracia. Es preferible que los militares participen votando en las urnas que botando gobiernos. El tema es que no hagan proselitismo para desestabilizar a las FF.AA. 

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¿Qué va hacer al respecto? 
Lo único que se puede hacer en el caso de las FF.AA. es hablar, hablar y hablar. Hemos fallado en comunicación.

¿Cómo es su relación con los oficiales? 
Muy buena. Cada dos meses tengo un consejo de generales y almirantes, que no se hacía antes; además, de reuniones con el frente militar. 

¿Qué le preocupa en la institución militar?
Que en un momento determinado pueda perderse la cohesión, que la tropa camine por un lado y los oficiales por otro.

¿Hay síntomas de eso?  
No hay síntomas, pero toda la campaña de rumores se ha sustentado sobre los supuestos  beneficios de los unos y la ausencia de derechos de los otros. Sin jerarquía y autoridad no hay FF.AA.