Amado por unos y criticado por otros, en lo que sí hay consenso es en que este hombre de 54 años ha sido el gran “popularizador del piano” en las últimas tres décadas. Este calificativo lo recibe como “una bella recompensa” por parte de todos los jóvenes que han escuchado su música y los millones de personas que compran sus discos.
Aunque al inicio de su carrera se dedicó a interpretar música clásica, ahora Clayderman prefiere los temas populares y se considera “un pianista de variedades”.
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Sostiene que prefiere interpretar las bandas sonoras de afamadas películas y las melodías de amor que le han dado renombre mundial como las populares Amar se escribe con A y Balada para Adelina, que fueron compuestas por los otros dos miembros del equipo que le han acompañado en treinta años: Olivier Toussaint y Paul de Senneville.
En este sentido, dice que la selección de la música que reinterpreta con un “toque personal” es el resultado de un trabajo en equipo con sus productores y su casa de grabación, quienes le recomiendan los temas populares de cada país.
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Entre la música latinoamericana destaca sobre todo la brasileña (a la cual ha dedicado tres álbumes). El instrumentista francés, un hombre de temperamento apacible, considera que las “bellas melodías de amor” nunca pasarán de moda y aspira, en un futuro cercano, montar un espectáculo a dúo con Raúl Di Blasio, de quien se declaró admirador.