Los comportamientos infantiles pueden superarse con terapia psicológica para fortalecer los rasgos positivos. “Mi esposo tiene 25 años, pero es muy inmaduro. Se chupa el dedo, tiene una almohada sucia y apestosa a la que no la quiere dejar, ni permite que yo la lave. Además actúa como un adolescente con sus compañeras de universidad, ya que se envía mensajes y recuerda siempre a una chica con la que me fue infiel. Creo que es un mal ejemplo para nuestro hijo de apenas 2 años”, comenta Laura al escribir a nuestra sección El Especialista. La psiquiatra Consuelo Camacho considera este caso un claro ejemplo de inmadurez, puesto que existe en el esposo la necesidad de recurrir a objetos o situaciones que le brindan seguridad y apoyo  y que calman su temor o angustia ante la posibilidad de enfrentarse a nuevas experiencias o situaciones que percibe como excesivas,  careciendo de fortaleza para asumirlas.La psicóloga clínica Cecilia Chávez de Bowen concuerda con Camacho y dice que las personas suelen esperar que con cierta edad cronológica adquieran la madurez y no es así, porque depende del tipo de experiencias que se ha vivido. Hay quienes son criados de una manera que refuerza la autoestima y permite que sean autosuficientes  e independientes cuando crecen, mientras otros reciben sobreprotección y necesitan permanentemente una guía; además, suelen crear dependencia que puede manifestarse con conductas infantiles como chuparse el dedo. Porcentaje de inmadurezEn la mayoría de los seres humanos, dice Camacho, puede haber pequeños rasgos o grados de inmadurez, puesto que se está en constante aprendizaje y evolución, pero la diferencia radica en que dichos comportamientos son esporádicos de baja intensidad y no interfieren mayormente en la calidad de vida del individuo y sus relaciones familiares y sociales.En cambio, en los inmaduros son una constante y los necesitan utilizar para sentirse más seguros. No existen aún  investigaciones controladas acerca del porcentaje de madurez-inmadurez, pero estudiosos de las relaciones humanas como Juan Francisco Gallo aseguran que alrededor del 80% de las personas tienen algún grado de inmadurez.Pero ¿cómo saber si un adulto es inmaduro? Fácil, dice Camacho. Es frecuente escuchar de forma coloquial frases como ¡qué inmaduro que eres! Se refieren a aquellas personas que por su edad se espera que hayan superado  conductas o comportamientos propios de etapas anteriores del desarrollo psicológico, pero que aún las poseen y salen a relucir ante determinadas situaciones con mucha frecuencia como las siguientes: Rabietas Necesidad de aprobación constante Inseguridad e irresponsabilidad Dependencia de cualquier tipo Falta de autonomía Pensamiento infantil Poca capacidad de juicio Demasiado críticos, acomplejados, indecisos, temerosos, egoístas, soberbios y chismosos No aceptan sus errores o culpan a los demás, entre otros.Según A. Maslow, las personas maduras, en cambio, han desarrollado un conjunto de procesos que las conduce a la autorrealización definitiva y se extiende a todo el periodo de la vida de la persona. Origen del problemaLas causas de inmadurez en la adultez pueden ser diversas y tienen relación directa con los rasgos de personalidad (dependiente, introvertido, narcisista, histriónico, agresivo, pasivo, esquizoide, neurótico, extrovertido y otras) y la forma como es percibida la realidad, su interacción, y el  aprendizaje familiar y social que le dan soporte.Los problemas más frecuentes que pueden presentarse por la inmadurez son derivados de aquellas situaciones que no han podido superar aún y los hace vulnerables, así  vivirán permanentemente dependiendo de las acciones, sentimientos, comportamientos de los demás para sentirse revalorizados, realizados y amados, lo que en ocasiones llega a trastocar sus relaciones familiares, de pareja y sociales al no comportarse como se espera, llegando incluso a transformarse en verdaderos lastres pesados de cargar.“Lo importante es saber que toda persona que se percata que está siendo muy inmadura puede fortalecer sus rasgos positivos para lograr ser autosuficiente. Además, no debe tomar las críticas como algo negativo, sino analizarlas y ver si necesita hacer un cambio, porque todos lo pueden realizar si lo desean”, dice Chávez.