Monjas y sacerdotes católicos en Italia seguirán a sus fieles a la playa este verano, montando una iglesia inflable y un convento playero en la arena para atraer a los bañistas.
La iglesia inflable de 30 metros de largo, asistida por sacerdotes listos para tomar confesiones, debutará el sábado en la costa del Mar Adriático en la región de Molise, dijo una organizadora de la iniciativa.
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"Habrán cuatro o cinco personas cantando, con música sobre Dios", dijo Chiara Facci de la agrupación católica Sentinelli del Mattino. Las actividades nocturnas, que no incluirán misa, se realizarán desde las 22.00 hasta las 1.00.
El primer intento por inaugurar la iglesia inflable el mes pasado en la isla de Sardinia falló luego de que fuertes vientos obligaron a los organizadores a reubicar la iglesia, añadió Facci.
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Grandes ciudades como Roma y Milán se vacían en agosto, cuando los italianos se dirigen a la playa durante las vacaciones de verano, dejando las calles vacías y muchos negocios cerrados. Las iglesias no son inmunes al fenómeno, y también ven disminuir su congregación durante el verano.
En la costa del Mediterráneo, monjas de un convento ubicado cerca de la ciudad italiana de Nápoles se han desplazado hasta cabinas ubicadas en la playa para acompañar a veraneantes a rezar el rosario. Montaron un altar contiguo bajo dos carpas.
"El concepto de un convento en la playa es algo que es apreciado por los veraneantes y por las mismas monjas", dijo el sacerdote Antonio Rungi, quien ayudó a dirigir la iniciativa, a la agencia de noticias italiana ANSA.