Muchas veces desconocemos cómo tratar a alguien que está sufriendo por una enfermedad,  desempleo, muerte de un familiar o una pérdida sentimental.  Usted puede ayudar, tratando de estar cerca. La psicología plantea que el ser humano posee una habilidad de adaptación que le permite hacer frente a las diferentes circunstancias de la vida, pero cuando estas son críticas requiere de un proceso mental, emocional y, en muchas ocasiones, espiritual que le ayude a superar estas situaciones y continuar.La psicóloga  clínica Mónica  del Pilar Llanos agrega que cada una de las experiencias de dolor o crisis conlleva a un nivel de pérdida  que puede ser material o emocional. Esto es visto como un duelo y para mantener el equilibrio y la madurez emocional los afectados deben elaborarlo, esto significa entender, aceptar, tomar lo mejor de ello y superarlo, para seguir adelante en el presente con proyección de futuro y no anclados en el pasado.A nivel emocional no hay reglas establecidas en cuanto al tiempo y la manera de enfrentar el dolor que siente alguien que ha sufrido la pérdida de un ser querido, porque va a depender del tipo de relación que tuvo con este y las características de su personalidad.Hay seres que necesitan ser afirmados en aprecio y amor con muestras de afecto y acercamiento en el mismo momento de la crisis. Otros, en cambio, requieren un tiempo a solas para vivir su dolor y entenderlo, y la intervención de otro puede perturbar o interferir en este proceso de aceptación del dolor o pérdida.Lo más importante es mostrar a la persona que sufre nuestra presencia e interés, que sienta que estamos presentes para cuando nos necesite. Se lo hará con prudencia y debemos acercarnos en la medida que se sienta preparada o manifieste el deseo de nuestra ayuda. Basta entonces un abrazo o un “cuenta conmigo”, pero sobre todo estar dispuesto a dar más si así se requiere, manifiesta   Llanos, quien además   es magíster en educación. Ante una enfermedad  Cuando alguien está enfermo  siempre es importante que el individuo que lo rodea muestre sinceridad y espontaneidad. Puede preguntarle si necesita ayuda, cómo se siente, y en muchas ocasiones es necesario darle la oportunidad para que se desahogue y tenga libertad de expresar sus temores y angustias, que con familiares no siempre se tiene libertad de hacerlo. A esto la psicóloga llama catarsis como punto fundamental para la recuperación emocional frente a una crisis.Ahora, si un sujeto ha sufrido una pérdida de sus miembros o queda inválido no es conveniente pedirle que agradezca porque las cosas pudieron ser peores o porque lo importante es que conserve la vida, peor aún comparar su situación con otras “peores”. Ya que toda  mutilación o capacidad funcional afecta significativamente el estado emocional, en unos más y en otros menos. Lo prudente es limitarnos a escuchar. Más tarde quizás, una vez que el afectado acepte su nueva condición, podemos ayudarlo a reorientar su vida y  a encontrar nuevas alternativas.Y si  alguien perdió a su mascota, por ejemplo, no debemos menospreciar el dolor que siente. Lo apropiado es ponernos en una posición de entendimiento e interés y ayudarlo a buscar otras relaciones significativas, no antes de que reflexione sobre el valor de la vida y de quienes todavía están a su lado.Ante una separación o divorcioCuando un ser está sufriendo a causa de una separación o divorcio, quienes lo rodean deben tener paciencia y entender que está en una situación que puede ser definida como de caos, y que le puede incluso costar trabajo expresar lo que siente, según la psicóloga clínica Rosita Sánchez de Jaramillo. “El dolor, aunque no parezca, no durará toda la vida y pasará porque cada crisis tiene su propio ritmo y  tiempo”. Muchas veces la mejor forma de ayudarlo es no hacer nada, solo estar ahí para cuando quiera simplemente ser escuchado o para acompañarlo en silencio. Lo importante es  demostrarle que respetamos su aflicción y que estamos dispuestos a ofrecer lo que necesite.Los consejos en estos momentos no surten mucho efecto, hay que dejar que experimente su pesar, porque aprende por sí mismo la lección que esta pérdida tiene para su vida. Obviamente, si está alejándose de la realidad o tomando medidas y decisiones equivocadas o drásticas debe haber alguien que le haga entrar en razón de una manera amorosa y prudente.Adiós con el enamoradoY si una persona está dolida por haber terminado con un enamorado-a, agrega Sánchez, es más fácil ayudarla a salir adelante. Cuando sea oportuno hay que darle ánimo y buscar alternativas en actividades que sean agradables para esta, así acepta más fácilmente un consejo.  Se le puede decir que confíe en ella misma, que tenga fe y esperanza en que con seguridad vendrán tiempos mejores y que posiblemente esa relación no era la más conveniente o de lo contrario no habría terminado. Ante la pérdida de un empleoQuien pierde un empleo se ve afectado fuertemente en su autoestima, en su sentimiento de competencia y de logro en su capacidad personal y profesional. Sin lugar a dudas, señala Sánchez, esta situación es tan grave que, incluso, puede llevar al suicidio. La forma en que podemos ayudar a un desempleado va a depender más de lo que quiera, porque a veces se siente avergonzado, menospreciado y piensa que los demás solo van a burlarse. Es una situación delicada y debe manejarse con  prudencia, paciencia y  capacidad empática.Es común que familiares o amigos cercanos traten de evitar que experimente su dolor, sufra, llore, tenga sus momentos de ira o los minimice. Pero todos estos sentimientos son normales y necesarios para poder afrontar la pérdida y superarla.  Después vendrá poco a poco la aceptación y la superación definitiva, pero se requiere de tiempo y que el afectado pueda al final obtener grandes aprendizajes y un crecimiento como ser humano. (S.M)